El Paraninfo Universitario de la Universidad de Málaga ha acogido la investidura de 114 nuevos doctores, que han acudido en representación de los 416 que leyeron sus tesis en la UMA en los cursos 2018-19, 2019-20, y 2020-21. Ha sido la primera ceremonia de investidura tras las restricciones impuestas por la pandemia.
La comitiva académica ha estado presidida por el rector, José Ángel Narváez, que ha dado comienzo la ceremonia, con la lectura de la laudatio por parte de la directora de la Escuela de Doctorado de la UMA, Magdalena Martín, quien ha manifestado su emoción por pronunciar la conferencia, “porque en una época de tiempos líquidos e incertidumbre como la que vivimos, en la que con frecuencia la cultura no se concibe como un conjunto sólido de saberes, sino como algo fugaz y cambiante (…) conviene reivindicar, más que nunca, el sentido de la tradición y de la cultura universitaria”.
Celebración del saber novel
La investidura de nuevos doctores es “una celebración del saber novel, que hoy felizmente recobramos tras dos años de plomo, en los que la vida enfermó”, ha añadido, al tiempo que ha destacado tres elementos comunes que hacen a los doctorandos merecedores de su incorporación a la Universidad: “la demostración de que la verdadera patria de todo investigador e la tesis doctoral, el viaje colectivo y el trabajo en equipo que supone su elaboración y la seguridad de que, una vez que se es doctor, existe la responsabilidad de continuar desarrollando ciencia”.
La imposición de los birretes ha dado paso a la procesión de doctores hasta la mesa presidencial, acompañados por los decanos y directores de centro correspondientes. Durante el curso académico 2018-19 leyeron sus tesis 123 doctorandos, mientras que en 2019-20 lo hicieron 122 y el resto, 171, culminaron su trabajo en 2020-21. De los 416 estudiantes, la paridad entre hombres y mujeres casi se ha alcanzado
En representación de los nuevos doctores, Alfredo Mena Navarro, de la Facultad de Turismo, ha prometido desempeñar su doctorado “con la máxima fidelidad y honestidad para aumentar el honor de nuestra universidad”. Y, siguiendo la tradición, lo ha hecho en latín clásico y sobre el Libro de la Ciencia.
La última intervención ha correspondido al rector, quien ha hecho hincapié en la relevancia de este acto, “ya que la imposición de birretes marca uno de los momentos más decisivos de la vida académica de la Universidad de Málaga, y más, si cabe, ahora que la institución celebra su 50 aniversario”.
Universidad pública
Se ha referido Narváez a los doctorandos como “el mejor activo para el futuro” y ha recordado que los ingredientes que han utilizado en estos años de elaboración de tesis -tenacidad, rigor, método y trabajo- “se podrán utilizar en la tarea que la sociedad demanda de vosotros: La sociedad os necesita no ya para salir de la crisis, sino para reinventar el futuro”.
Ha añadido el rector que “de ahora en adelante se espera mucho de vosotros, de vuestras capacidades y de vuestra formación. (…) Si algo puede sacar al mundo de la locura bélica en la que se halla inmerso, es precisamente la razón que nace de los valores humanos, el conocimiento aplicado a la convivencia entre pueblos y, justamente, los valores consustanciales a la universidad pública”.
“Os hemos formado como universitarios en las ciencias, y en las humanidades, en las artes, como doctores, como mujeres y hombres libres, críticos y responsables. Pero, sobre todo, os hemos formado en valores, como buenas personas”, ha concluido el rector.
La ceremonia de investidura ha finalizado con la interpretación del ‘Gaudeamus Igitur’ a cargo del Coro de la Universidad de Málaga.