La Universidad de Málaga (UMA) hizo entrega este 9 de octubre al Ayuntamiento de la capital, la Diputación Provincial y la Junta de Andalucía de la Medalla de Oro de esta institución, un reconocimiento con el que culminan los actos de su 50 aniversario y que pone en valor la especial vinculación que existe entre los cuatro organismos “para dotar a Málaga de una universidad pública al servicio de la sociedad y de sus ciudadanos”.
Así lo manifestó el rector, José Ángel Narváez, al comienzo de su discurso, en una ceremonia celebrada en el Paraninfo Universitario que contó con la presencia de los máximos responsables de las instituciones. Por la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno; por el Ayuntamiento, Francisco de la Torre y por la Diputación Provincial, Francisco Salado.
Acudieron también destacados responsables de gobierno, tanto de la UMA como de los organismos reconocidos, varios alcaldes, el obispo –Jesús Catalá-, y autoridades militares. Consejeros como los de Universidades y Economía, José Carlos Villamandos y Carolina España; concejales, diputados y rectores de distintas universidades andaluzas, entre ellos los de la Pablo de Olavide –Francisco Oliva-; Almería –Carmelo Rodríguez-; y Huelva, María Antonia Peña. El presidente del Consejo Social de la UMA, Antonio Urda, también asitió, al igual que la delegada del Gobierno de la Junta, Patricia Navarro, y dos ex rectores de la Universidad malagueña, Adelaida de la Calle y José María Martín Delgado.
50 años
El periplo de la Universidad de Málaga, desde su creación oficial en 1972 hasta la actualidad, se ha desarrollado en el seno de una ciudad y una provincia en clara expansión y en este tiempo, según las palabras del rector, “los gobiernos local y provincial y, finalmente, el autonómico, fueron enfocando sus respectivas contribuciones hacia nuevas tareas: primero consolidar y luego expandir la Universidad”.
A su juicio, hay pocas situaciones comparables a esta sinergia, con el crecimiento demográfico, económico, cultural y tecnológico que en estas cinco décadas ha experimentado Málaga y su provincia. Un avance paralelo al de la UMA, que se ha convertido hoy en día en una institución que, trascendiendo su inicial dimensión local, ha alcanzado prestigio y relevancia regional, nacional e internacional”.
Y ello ha sido posible gracias al apoyo de las instituciones que hoy han sido reconocidas en este acto. Según ha narrado el rector, en 1972 se localizó la “zona cero” de la Universidad de Málaga, en el número 23 de la Alameda Principal. Y, con la compañía del Ayuntamiento, la Diputación y la Junta, se ha producido “un apasionante y casi impensable itinerario, una imbricación institucional enfocada al deseo de ofrecer el mejor servicio público”.
Acto seguido, pasó a relatar algunas fechas importantes, como la creación de la Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales, dependiente de Granada y sufragada pro Ayuntamiento y Diputación; la creación de la Asociación de Amigos de la Universidad de Málaga, la creación del Colegio Universitario y, por fin, la creación -por decreto- de la UMA
Por el camino, múltiples ubicaciones: Alameda Principal, La Misericordia, las primeras facultades de Teatinos… hasta llegar al mapa hoy conocido, un espacio urbano definido por el eje Universidad-Málaga Tech Park, que, según el rector, es “de un valor estratégico fundamental para el progreso de nuestra provincia y de nuestra región”.
Instituciones
De las instituciones, destacó que la Diputación “es decisiva para que la universidad llegue a todos los rincones donde sea necesaria; la formación, la ciencia, la técnica y la cultura en todos nuestros pueblos y nuestras comarcas”. Del Ayuntamiento de Málaga, “más allá de infraestructuras o urbanismo, tenemos relaciones mayores y más importantes en el ámbito social, cultural, ciudadano, emprendedor, tecnológico e internacional”. Y en cuanto a la Junta de Andalucía, “nos ofrece la oportunidad de trabajar en planes conjuntos que contribuyen al desarrollo de nuestra región”.
El primero en recibir la medalla fue Francisco Salado, como máximo representante de la Diputación, quien recordó el continuo trabajo que mantienen ambas instituciones en labores relacionadas con estudios, proyectos de empleo, cultura, deporte o cátedras de colaboración. “Se trata de un binomio de éxito que culmina con la vocación de conectar a los jóvenes con el mercado laboral”, indicó el presidente de organismo supramunicipal, para referirse al convenio anual que permite trabajar a los universitarios en los ayuntamientos.
Por su parte, el alcalde, Francisco de la Torre, recordó los inicios de la Asociación de Amigos de la Universidad -liderada por su padre- y los tiempos en que los vehículos de la ciudad portaban una pegatina en la que se leía ‘Málaga por su universidad’- Y es que Málaga sin su universidad sería una cosa increíble, manifestó al tiempo que señaló que “nosotros siempre deseamos lo mejor y hoy tenemos una Málaga muy distinta, a la que ha contribuido la labor de la Universidad”. “Recojo con gusto esta Medalla, que se exhibirá en nuestro Museo como parte de la historia del siglo XX de la ciudad de Málaga, porque una de las cosas más importantes que ocurrió en esa centuria fue la creación de la UMA”, concluyó el regidor.
El último en recibir la Medalla de Oro de la Universidad fue el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien aseguró que “la Universidad ha sabido brillar con luz propia para el dinamismo de la ciudad y se ha convertido en motor de progreso y desarrollo, de la mano de Málaga Tech Park”. Moreno recibió el reconocimiento “en mi nombre y en el de todos los presidentes que me han precedido”, y citó la presencia de multinacionales, inversión extranjera, innovación y un ecosistema tecnológico pujante en Málaga, un escenario al que ha contribuido la Universidad. “Deseo que el próximo rector consiga sacar el máximo provecho de todo esto y garantizo que el gobierno andaluz estará a su lado” concluyó, al hilo del próximo cambio de gobierno en la UMA.
Precisamente el rector, que cumple mandato en unas semanas, finalizó diciendo que “hoy, a los 50 años y comenzando el viaje hacia el futuro, esta universidad pública es una universidad consolidada, pero con el ánimo y el deseo de seguir creciendo, pegada a la realidad social, que coopera con el sector productivo y que comparte con las tres instituciones a las que hoy reconocemos con la Medalla de Oro el deseo de mejorar la calidad de la vida de la ciudadanía malagueña y andaluza”.