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16 abril, 2024
EditorialOpinión

Mens sana in corpore sano

deporte universitario en tela de juicio

La Educación se entiende como la formación física y mental de los individuos para su correcto desarrollo en la sociedad. Este principio es bien seguido por las instituciones académicas a nivel de estudios intelectuales, pero sin embargo, cada vez es más notorio el desplazamiento que la educación física, entendida como deportiva, tiene en el ámbito de los estudios superiores.

Mientras en otros países el deporte se une a las universidades como canteras de profesionales o incluso formas de financiar las matrículas, en España la relación  deporte-universidad deja mucho que desear a nivel normativo y de promoción. En estas fechas comienzan los campeonatos deportivos de algunas disciplinas que, si no fuera por el apoyo institucional de algunas universidades no existirían, siendo desplazadas por las autoridades gubernamentales hasta que se consiga algún premio notorio fuera de las fronteras españolas. Se deja de lado muchísimas disciplinas con grandes nombres, un menosprecio a la categoría universitaria que revierte en el futuro de los deportistas.

Golf, tenis, balonmano, rugby campo a través… son deportes que sin el apoyo de los grupos e instalaciones de las universidades no sobrevivirían, construyendo su cantera y, en la mayoría de las ocasiones, dándoles a los jóvenes un lugar donde entrenar y formarse.

Ante los campeonatos volvemos a la misma línea donde las instituciones, muchas veces desde las propias universidades, no se les da el necesario reconocimiento, faltando a los actos o no promocionándolos con el debido rigor. Llegamos así a Andalucía, tierra de grandes logros deportivos, donde las universidades parecen haber relegado a meras unidades externas los servicios deportivos, siendo estos señalados como “un espacio más” y no dándoles la importancia que tienen. Mens sana in corpore sano, expone la cita. El deporte es formación y es conocimiento y su desplazamiento es una ofensa a los cientos de estudiantes que no solo investigan en torno a él, sino que además lo practican como parte de su paso por la Universidad.

La realidad es que no se prioriza la asistencia a los campeonatos a los jóvenes, dándoles las oportunidades y facilidades, así como tampoco se fomenta, más allá del trabajo de los propios servicios deportivos, la presencia del nombre de cada Universidad ya sea a nivel regional estatal o internacional. Andalucía está perdiendo oportunidades, con la ventaja del buen clima y las correctas instalaciones no tiene la presencia suficiente en el reparto de sedes para los campeonatos, y esta realidad no es más culpa que de los propios Gobiernos de cada institución, los cuales deberían fomentar más la atracción de competiciones y estudiantes deportistas a sus instalaciones.

Deporte es salud y parte indispensable de la educación de las personas. Sin él arrojamos a los ciudadanos preparados, aquellos que luego queremos que dirijan y alcen la voz, a una realidad donde este no tiene cabida, fomentando el sedentarismo y la creación de una sociedad aletargada.

Ojalá los ciudadanos no tengan que volver a correr delante de nadie, pues ni sabrán usar su voz y además se ahogarán en la primera carrera.


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