La Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Huelva ha acogido esta semana un encuentro con el director del Laboratorio Subterráneo de Canfranc, Carlos Peña Garay, dentro de una gira andaluza que ha iniciado la institución, precisamente, en la institución onubense. Una cita donde el objetivo ha sido exponer a diferentes grupos de investigadores los trabajos que se están realizando en diferentes materias, así como animarles a participar en los distintos proyectos en marcha en estas instalaciones.
En este punto, cabe señalar que el Laboratorio Subterráneo de Canfranc es una instalación nacional que aporta un espacio de bajo fondo de radiación para experimentos de cualquier área de la ciencia que lo requiera. Así pues, según ha explicado Peña Garay, en estas instalaciones “tradicionalmente se han impulsado experimentos que buscan fenómenos extraños, como pueden ser las interacciones de materia oscura, o desintegraciones doble beta sin neutrinos. Pero ahora se está trabajado en estudios de geodinámica y creando nuevos laboratorios biológicos para estudiar cómo se comporta la vida en el bajo fondo radiactivo, o cómo puede influir el uso de q-bits para superordenadores cuánticos porque la baja radiactividad limita la estabilidad del entrelazamiento de estados”.
Los beneficios del Laboratorio Subterráneo de Canfranc
Asimismo, el director del Laboratorio Subterráneo de Canfranc ha asegurado que el uso de estas instalaciones podría beneficiar a la Universidad de Huelva gracias a los diferentes proyectos que se están realizando en los campos de la geología, física nuclear o biología. Por ejemplo, el Peña Garay ha explicado que el laboratorio “cuenta con los dos únicos interferómetros para estudios geodinámicos que son sensibles a baja frecuencia».
Por otro lado, aprovechó la ocasión para anunciar el proyecto de colaboración para la construcción del mayor telescopio de neutrinos en Japón y “en la que nuestro país aporta tecnología e industria”. Por lo que anima a los investigadores de la UHU a sumarse al mismo.
En cuanto al Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC), se trata de una instalación dedicada a la Ciencia Subterránea, gestionada por un Consorcio formado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza. Está situada bajo el monte Tobazo, en el Pirineo aragonés, y está protegida de los rayos cósmicos por un máximo de 800 metros. Así, ofrece un entorno de bajo fondo radiactivo ideal para la próxima generación de experimentos que explorarán las fronteras de la física de partículas y astropartículas.