A falta de seis días para que de comienzo oficialmente la campaña de las elecciones al Rectorado de la Universidad de Málaga (UMA), el actual rector en funciones, José Ángel Narváez, presentó este miércoles su candidatura, un equipo «con los pies en el suelo, capacidad de trabajo y un profundo conocimiento de la institución». Según dijo se trata de un grupo de personas en el que «prima el sentido común», y en el que están representadas todas las ramas del conocimiento.
La foto de familia, que se tomó en el Jardín Botánico del campus de Teatinos, estaba compuesta por unos 30 nombres entre los cuales destacan las vicerrectoras de Estudiantes, María Jesús Morales, y la de Extensión Cultural, Chantal Pérez; el secretario general, Miguel Porras; el responsable de Andalucía Tech, Víctor Muñoz, y algunos directores de secretariado, como el de innovación y Emprendimiento, Rafael Ventura. Narváez también cuenta en su equipo con varios decanos, como el de la Facultad de Medicina, Pablo Lara; Ciencias de la Comunicación, Juan Antonio García Galindo, y Ciencias de la Educación, Francisco Murillo.
Durante la presentación del que podría ser el futuro equipo de gobierno de la UMA, al tiempo que destacó el valor de la experiencia de su candidatura, Narváez trató de desmarcarse del anterior gobierno para desprenderse de la etiqueta de continuista.
«Hemos hecho un análisis crítico de toda la institución y hemos evaluado lo que está bien, regular y las cosas que están mal hechas y que hay que arreglar», subrayó. Así, defendió que su candidatura ofrece «una forma diferente de gobernar, mucho más transparente en los procesos de gestión, desburocratizando la UMA».
Un rector «conciliador»
«Llevo trabajando con José Ángel Narváez cinco años, lo conozco bien y he tenido la suerte de que cuente conmigo en este equipo», señaló la vicerrectora de Estudiantes, María Jesús Morales, quien afirmó que Narváez «conoce la UMA mejor que nadie, sabe lo que puede mejorar, lo que se ha hecho mal y vamos a arreglarlo, y tiene el aval de muchos años de experiencia». «Además va a ser un rector conciliador y va a modernizar la Universidad», añadió.
Del mismo modo, sobre el adjetivo de continuista, Morales defendió que «la experiencia de todos es bien valorada» y que «en este caso no debe ser un lastre, como se trata de difundir, sino todo lo contrario». «Un vicerrector no es un rector», apostilló.
El director de Secretariado de Innovación y Emprendimiento, Rafael Ventura, destacó del candidato «la experiencia, el conocimiento tan profundo que tiene de la UMA, y la ilusión por innovar y hacer proyectos nuevos«. «Eso son cosas fundamentales en el momento que vive la universidad», señaló, precisando que su equipo es «muy diverso y capaz, aúna experiencia en la gestión con cambio y personas nuevas».
Por su parte, el responsable de Andalucía Tech, Víctor Muñoz, explicó que se había sumado a la candidatura del actual rector en funciones porque considera que es «el único que puede llevar a cabo el cambio de cultura que necesita la Universidad». Respecto al Campus de Excelencia, recordó que está siendo «bien evaluado» y defendió que su continuidad no debe ser puesta en cuestión.
Juan Antonio García Galindo, decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación insistió en que hay que «huir de los tópicos», porque «existe una idea generalizada de que hay una candidatura de progreso y otra que no lo es». En cambio, en su opinión, lo que hay es que «continuar con el trabajo bien hecho, avanzar y construir un futuro diferente, pero partiendo de cimientos sólidos, y esos cimientos habrá que consolidarlos antes de seguir avanzando, y eso es lo que pretende esta candidatura». Además, agregó, «hay una enorme honestidad detrás del propio candidato para resolver los problemas que tiene la UMA de la mejor manera posible».
Una Universidad «desde abajo»
Como líneas generales de su proyecto hizo referencia a la docencia, la investigación y el área de gobierno. En este punto precisó que su intención es hacer una Universidad «desde abajo hacia arriba», poniendo en valor a los servicios, los centros y los departamentos como las bases de la institución. En definitiva, el objetivo es, según sostuvo, involucrar a todos. «Este no es el proyecto de un rector, sino de toda la comunidad universitaria», apostilló.
«Queremos trabajar con ellos para construir la Universidad para el futuro, tanto en cosas de excelencia, de trabajo y de internacionalización», explicó, añadiendo que su candidatura persigue «una Universidad en la que queremos que se trabaje mejor, no que se trabaje más, y en la que todo el mundo se sienta reconocido, oído y participativo».
Respecto a la docencia, abogó por una nueva forma de organizarla para que «nuestros docentes se sientan reconocidos y valorados», para formar mejores profesionales y para conseguir una mayor transferencia de conocimiento a la sociedad, a la que, según indicó, se debe la Universidad. Asimismo, en el ámbito de la investigación, Narváez señaló la necesidad de establecer no solo una nueva estrategia de investigación, sino de poner en marcha herramientas «reales» que sirvan a la UMA para «captar el talento y dar un paso más allá en la transferencia». «Queremos valorar la experiencia tecnológica, pero también de las Ciencias Sociales y las Humanidades, que son un valor y una de las fortalezas de la UMA», manifestó.
Por otro lado, en cuanto a la estructura y el gobierno de la Universidad, el actual rector en funciones explicó que su apuesta es conseguir «un cambio de cultura» en la forma de gobernar y de trabajar. «Busco un gobierno no para todos, sino un gobierno de todos. Una Universidad transparente no solo en el aspecto económico, sino también en la gestión», señaló.
El también catedrático de Fisiología también aprovechó para recordar que es un firme defensor de la universidad pública. «No queremos tener los mejores económicamente, sino intelectualmente. Desde luego vamos a hacer un esfuerzo para que nadie se quede fuera de la Universidad por motivos económicos», dijo.
Por último, aseguró que si gana las elecciones del próximo 26 de noviembre lo primero que hará será sentarse con los diferentes colectivos. Con los profesores para abordar la reforma de la docencia, con el personal de administración y servicios para definir la estructura universitaria y las vías de promoción, y con los estudiantes para analizar los resultados del plan Bolonia y «ver qué falta y que sobra».