Fake news, manipulación, desinformación, violencia mediática… Son algunas de los males que acechan a los medios de comunicación en la era digital. El catedrático de Ciencia Política y Administración de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco R. Torres Soriano, reflexiona en esta entrevista sobre los principales desafíos del periodismo en el siglo XXI, el impacto de las redes sociales en el ámbito de la comunicación y el seguimiento informativo que se ha hecho de temas como la pandemia o el independentismo catalán.
“Uno de los principales desafíos del periodismo en la actualidad es adaptarse a este nuevo entorno tecnológico que ha transformado su modelo de negocio pero también ofrecer un producto diferenciado”, subraya el experto. Las redes sociales, por otra parte, “ofrecen toda una serie de posibilidades al manipulador, no sólo un canal de comunicación, sino que tienen muchas características que las convierten en una herramienta persuasiva”, añade. Como por ejemplo el hecho de que son una fuente unidireccional, sino que el usuario forma parte de sus contenidos, se implica en el mensaje, lo comparte en su perfil y con sus amigos, con lo que el grado de inmersión es mucho mayor.
Con respecto al inminente auge la de las fake news, Torres Soriano señala que para minimizar su impacto hay que llevar a cabo diversas medidas. “Es un fenómeno complejo que hay que abordar desde múltiples dimensiones, aquí las plataformas tienen una gran responsabilidad sobre el contenido que divulgan, las autoridades deben regular el papel de ese tipo de contenidos, los usuarios tomar conciencia de ese riesgo y recibir una alfabetización digital”, destaca. Sobre el control de las autoridades, el experto matiza que es algo que también implica un riesgo, porque se podría vulnerar la propia libertad de expresión. “Aquí las autoridades deben tener un papel de pedagogía sobre el riesgo de las fake news, sobre todo cuando son usadas por agentes externos para la manipulación”, aclara. En este sentido Francisco Torres Soriano concluye la entrevista destacando que la responsabilidad individual es clave para frenar el auge de las noticias falsas, y subrayando que hay que ser más reflexivo a la hora de compartir este tipo de noticias, porque “no sólo somos destinatarios de contenidos manipulativos sino también un eslabón en su difusión”.
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