A finales de noviembre el área de Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Almería presentó el nuevo recorrido de la recién creada Línea 4 de autobús urbano. Ruta diseñada en un principio para dar cobertura a los vecinos de La Goleta que ahora ha visto rediseñado su recorrido para ampliar su radio de actuación desde el Hospital de Torrecárdenas hasta la Universidad de Almería, pasando por el citado barrio de La Goleta.
Remodelación que comenzó a funcionar el pasado 28 de noviembre, ampliando el número de paradas de 15 a un total de 49, con el fin de atender la demanda de los vecinos de los barrios que cubre el trayecto; donde se verían afectados el de Torrecárdenas, San Luis, Nueva Andalucía, Cortijo Grande, la Goleta, Vega de Acá y Nueva Almería, y la propia Universidad. Actuación para la que el consistorio ha sustituido el microbús de 35 plazas inicial por un autobús estándar con capacidad para 90 plazas. Por ello Rafaela Abad, la edil responsable del área, señalaba que
“Ampliamos de forma muy importante la cobertura espacial de esta línea, conectando La Goleta con importantes centros de actividad de la ciudad, fundamentalmente Torrecárdenas y la Universidad”.
Trabajo por hacer
El nuevo itinerario de la Línea 4 se suma así a otros nuevos puestos en marcha en los últimos meses, como la ampliación de la Línea 1 (Casco Histórico) a la Estación Intermodal, los refuerzos de las líneas a la Universidad o la mejora de la conexión entre Retamar y El Toyo también con el campus universitario, entre otros.
Cambios que, como destacan desde el Ayuntamiento, han permitido “un crecimiento medio en viajeros de un tres por ciento en lo que va de año”, pero que para algunos usuarios de las líneas que llegan hasta el campus son insuficientes y “sigue haciendo falta que se mejoren algunas cosas” en materia de transporte, como señala Estefanía Martínez, estudiante del Grado de Administración y Dirección de Empresas.
Una de las cuestiones principales en las que echan en falta una mejora los estudiantes, como sería el caso de Martínez, sería la masificación del transporte en horas puntuales como la hora de comer, o a primera hora de la mañana, cuando “a veces van tan llenos los autobuses que no hay sitio”, e incluso
“Tienes que esperar a que llegue el (autobús) refuerzo porque no paran de lo cargados que van”.
Propuestas, y demandas, que los estudiantes detectan a diario y que no ven resueltas. Aunque también hay quien destaca que una nueva línea, como la L4, supone que “algunos estudiantes no tengan que desplazarse tanto para coger el autobús” desde sus domicilios, asegura Antonio Segura, alumno de Humanidades en la Universidad de Almería.
Una buena noticia que, tras mostrarle los horarios de la ruta, no comprende pues, como si se tratase de un transporte del área metropolitana -en lugar de urbana-, su parada en el campus sucede cada hora y cuarto. Algo que “no ayuda a que los estudiantes cojan esa línea”, y el principal motivo sería que
“Cogiendo otro bus y haciendo transbordo, o andando algunos minutos, llegarían antes a casa o a la universidad”.
De este modo, la satisfacción del consistorio por instaurar nuevas rutas y mejorar las existentes choca en ciertos aspectos con la opinión y valoración de algunos de sus usuarios, como sería el caso de los alumnos de la UAL.