Más de 7000 kilómetros separan Maracaibo de Madrid. Una distancia, una forma de entender la vida y una cultura que no ha supuesto ningún inconveniente para el éxito de un ciudadano de allí en una universidad de aquí.
Rafael van Grieken Salvador (Maracaibo, Venezuela, 1960) se licenció en Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de Madrid, institución en la que años más tarde cursó el doctorado y comenzó su carrera investigadora. Su fuerte interés por la educación le llevaría años más tarde, cuando ya conocía los pasillos de la Universidad Rey Juan Carlos, a formar parte del gobierno de la Comunidad de Madrid. Una etapa clave que le ha ofrecido el conocimiento necesario sobre cómo pedir y ofrecer en política académica. Como consejero de Educación (2015-2019) puede sumar entre sus logros la gratuidad de las escuelas infantiles, un paso hacia el frente por la igualdad de oportunidades, eso sí, “siempre preguntando a los padres antes”. Esta experiencia seguro le servirá para, al otro lado de la mesa, negociar ante el Gobierno de la Comunidad, la necesaria financiación que demandan las instituciones universitarias.
Por toda su carrera, Van Grieken puede presumir de conocer a fondo todas las etapas educativas y muy particularmente las distintas posiciones del tablero universitario. Así, además de ejercer como profesor e investigador también ha tenido experiencia en gestión universitaria como vicerrector de Investigación o como director de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).
Toda una trayectoria de progreso y esfuerzo que no ha mermado el interés de seguir aportando por parte de este catedrático en Ciencias Químicas, quien ahora da un paso más a esos más de 7000 kilómetros de andadura, para proponerse candidato de la que es su universidad, la Rey Juan Carlos.
En tiempo de crispación y titulares, Van Grieken llama a la calma y la gestión. A devolver a la universidad su puesto en espacios de investigación y no de sucesos y tribunales. Y es que, ante las polémicas, ha sabido responder cuando se le pregunta. Ante los medios de comunicación, ha defendido el prestigio de la URJC, subrayando la necesidad de “olvidar” los casos “puntuales” que manchan la reputación universitaria. Ahora, en momento de elecciones, el relevo es una opción que Rafael van Grieken pone sobre la mesa para una nueva etapa. Un nuevo rumbo que renueve en la universidad el espíritu con el que nació allá por el año 1996.
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