El presidente en funciones Mariano Rajoy ha anunciado durante el debate de investidura en el Congreso de Diputados la suspensión de las reválidas hasta que se firme un Pacto por la Educación. Así, Rajoy ha afirmado que “hasta llegar a un Pacto por la Educación, el examen de Bachillerato no impedirá el acceso a la Universidad”. Este anuncio se ha realizado tras la jornada de huelga convocada ayer por la CEAPA y el Sindicato de Estudiantes, que contó con el apoyo de diversos partidos políticos y colectivos educativos. El compromiso de Rajoy se ha pronunciado tras la solicitud del portavoz socialista, Antonio Hernando, de que se “comprometa ya a paralizar las reválidas”.
Rajoy ha llamado así a trabajar de forma conjunta “por un modelo estable que atienda a las necesidades de cada uno de los alumnos, que garantice la igualdad de oportunidades pero sobre todo que ponga el acento en la eficacia y en la calidad”. El presidente en funciones ha señalado que en su primer mes de gobierno, tal y como había acordado con Ciudadanos, propondrá a la Cámara Baja “la creación de una subcomisión parlamentaria que permita la elaboración de un acuerdo consensuado en el plazo de seis meses“. Este acuerdo deberá contar el el consenso y colaboración de la comunidad educativa y “debe atender, entre otras a cuestiones, un Estatuto del Personal Docente, la reforma del Sistema de Gobernanta de nuestras universidades, un programa de refuerzo educativo para luchar contra el fracaso escolar y el impulso a la Formación Profesional”, esta última medida estaría enfocada a que unos 100.000 alumnos pudieran acceder a la Formación Dual, una de las apuestas más fuertes del Gobierno y que mejores resultados ha dado.
La suspensión de las reválidas para este curso no implica un gran cambio para los estudiantes, pues ya estaba señalado que las pruebas de ESO no tendrían influencia a la hora de conseguir el título, mientras que las de Bachillerato solo servirán para formalizar el acceso a la Universidad. Es así como, en el caso de Bachillerato, la prueba que finalmente se realice no tendrá efectos para adquirir el título, aunque sí para acceder a los estudios universitarios.
En su intervención Rajoy ha dado un plazo de seis meses para llegar a un acuerdo por la Educación entre los Partidos y los colectivos educativos. El calendario de la LOMCE si fija que las pruebas tengan valor académico a partir de 2018, siendo este el margen real que podría tener el Partido Popular para alcanzar el Pacto sin que pisara sus propias fechas.
La búsqueda del pacto viene suscitada por la petición de una Comisión de Educación propuesta por el PSOE y Ciudadanos. Las peticiones de ambos partidos se han realizado de forma individual ante la mesa del Congreso, siendo la petición del PSOE la derogación completa de la LOMCE y la de Ciudadanos crear una normativa que la sustituya. Así mismo, el Pacto de Investidura firmado anteriormente por Ciudadanos y PP recogía entre sus 78 puntos el impulso del Pacto por la Educación, cuyo primera acción fuera la creación de una subcomisión parlamentaria en el Congreso.
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