Cuando en 1977 la Asamblea General de la ONU invitó a todos los gobiernos a proclamar un día internacional de la mujer hacía más de un siglo que, en 1857, un grupo de obreras textiles había salido a las calles de Nueva York para protestar por las condiciones en las que trabajaban. Desde entonces marzo ha sido un mes de movilizaciones y reivindicaciones salariales, por la igualdad de derechos y por la igualdad de género.
Las mujeres hemos sido protagonistas de las luchas por el desarrollo sostenible, la paz y el pleno respeto de los derechos humanos. No ha sido un camino de rosas. Tenemos que recordar tragedias como las del 25 de marzo de 1911 pero también podemos celebrar no pocos logros. Sin embargo, ante la persistencia de brechas salariales, brechas en la posibilidad de tomar decisiones y brechas en las ocupaciones de mujeres y hombres, sigue siendo necesario que la ONU promulgue como lema para el Día Internacional de la Mujer de 2017 el objetivo de conseguir “un planeta 50-50 en 2030”.
Para ello, hemos de ser las mujeres, libres, las que decidamos lo que queremos hacer y donde queremos estar. Esto será posible si ponemos las bases de una igualdad de oportunidades real. Necesitamos pedagogías coeducativas que no queden en el papel y se fundamenten en la reflexión y la formación en género de mujeres y hombres, especialmente de aquellas personas que tienen una responsabilidad, profesional o familiar, con niñas, niños y jóvenes. Una reflexión y una formación profunda que se aleje de las superficialidades y simplificaciones que muchas veces protagonizan los debates públicos sobre la igualdad de género.
En esto la Universidad de Málaga debe y quiere jugar un papel relevante, entendiendo que el empoderamiento de las mujeres consiste en habilitar un contexto en el que las decisiones sean propias. No es preciso que nos traten de convencer de que seamos investigadoras, científicas o tecnólogas; lo que urge son medidas de equidad que procuren un entorno no hostil para las mujeres en todas y cada una de las actividades y profesiones que puede desarrollar un ser humano. Mientras tanto, los 8 de marzo seguirán siendo días para rememorar las luchas, redoblar nuestro compromiso y reivindicar la plena igualdad de mujeres y hombres.
Por Isabel Jiménez Lucena
Delegada del rector para la Igualdad
@Igualdad_UMA