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23 abril, 2024
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Reivindicar la memoria histórica

Reivindicar la memoria histórica

Días atrás, la Universidad de Málaga, por su 50 Aniversario, tuvo la grandeza de recordar y homenajear a quienes fueron parte imprescindible para que la Universidad malagueña haya alcanzado los niveles de excelencia que en estos momentos tiene acreditado en no pocas encuestas solventes. Este homenaje, con la entrega de la Medalla de Honor, residenció en quienes han sido (y son) Rectores de la UMA, así como a los presidentes del Consejo Social. Tanto unos como otros, como acreditó en su intervención el Rector José Ángel Narváez, tienen suficientes méritos y han dejado huella de un eficaz trabajo en el desarrollo académico, intelectual y social de la Universidad pública que llegó a nuestra provincia en el llamado, históricamente, el “tardofranquismo”.

Que la Universidad actual, el equipo de Gobierno, liderado por el Rector Narváez, haya hecho realidad esta propuesta, evidencia su grandeza y, lo que es más sustancioso, acredita que la memoria no se ha perdido, sino instalado en el buen hacer de profesionales que dejaron profunda huella.

En un artículo reciente recordaba el papel que la sociedad malagueña ejerció para presionar a Madrid la concesión de la Universidad en el año 1972. La propia rectora de la Universidad de Granada, Pilar Ayala, en su discurso reconfortante, proclamaba el decidido apoyo que la sociedad malagueña había encontrado en la Universidad granadina, resaltando el calor y la apuesta que hizo Granada para que Málaga tuviera su universidad. Y en este contexto, con intervención lleno de carga emocional de la Rectora Adelaida de la Calle, se hizo realidad en sus encendidas y apasionadas palabras un hecho real que es meritorio resaltar: la sociedad civil ejerció y tuvo un protagonismo que merece la pena resaltar. El responsable directo de la celebración y organización del 50 Aniversario, el vicerrector Gaspar Garrote Bernal, cuya labor ha sido encomiable, bien lo sabe.

Y tanto es así que antes de que finalice el curso está previsto que haya un acto público donde se reconozca el papel de las asociaciones y movimientos cívicos en hacer realidad la propuesta que estaba anclada en la sociedad: Málaga no tendría futuro sin su universidad. Y de estas asociaciones, una fundamental, posiblemente escasamente valorada, como lo fue la Asociación de Amigos de la Universidad de la que, desgraciadamente, quedan tan sólo dos personas para poder contarlo: quien fuera largos su principal promotor y presidente Andrés García Maldonado y el actual alcalde de Málaga, Francisco de la Torre Prados. La Asociación Amigos de la Universidad tiene acreditada, y así está recogido en algunos libros editados por García Maldonado, un papel esencial para motivar a la sociedad malagueña y, lo que sería fundamental: generar propuestas positivas y realizables, además de suscitar en todos los medios informativos creciente interés en esta lucha.

Andrés García Maldonado recordaba cómo el periódico Sol de España se inventó una sección sobre la Universidad y cómo él, de hacer entradas y salidas de barcos en el Puerto, de escribir necrológicas y ser chico “para todo” pasó a llevar con enorme eficacia y presión social la nueva sección. La Universidad tomó “cuerpo” en el papel y detrás hubo acreditados profesionales del periodismo malagueño como Sanz Cajigas, Julián Sesmero, Paco Javier Bueno, Guillermo Jiménez Smerdou y tantos otros.

Este es sólo un ejemplo de lo mucho que significaron los medios informativos para el logro de la Universidad y que serán merecedores, según he podido saber, de un homenaje. Conviene recordar y es lugar para la historia cómo los medios fueron protagonistas, poniendo nombres y apellidos. No falta quien lo puede hacer con rigor y probada eficacia como el historiador e investigador, Juan Antonio García Galindo, vicerrector de Proyección Social y Comunicación, quien, con su equipo de la Dirección de Comunicación de la UMA, suficientemente preparado y capacitado, puede acometer la laudatio que certifique lo aquí anunciado. No tendrá problema, sino todo lo contrario, en contar con el apoyo, la memoria y los archivos de la Asociación de Prensa de Málaga, como tiene dicho su presienta, Elena Blanco.

Puede que, en mucho tiempo, el que esto escribe nunca haya sido tan dado al elogio, a recordar y tener presente, de forma positiva, cómo se consiguió la Universidad, nuestra universidad. Y es que la memoria me tiene atornillado el recuerdo de quienes fueron capaces de dejarse la piel en ello. Y eso no tiene vuelta de hoja.

Por Juan de Dios Mellado
Periodista, editor y expresidente del Consejo Social de la Universidad de Málaga


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