La formación en idiomas es una de las opciones que más valor dan a la hora de conseguir empleo. Para mejorar las competencias en idiomas y poder sacar partido a la carrera cada vez son más los estudiantes que se decantan por realizar un GAP YEAR.
El GAP YEAR podría entenderse como un año sabático destinado a estudiar idiomas. Se trata de una experiencia vital destinada a jóvenes de cara a poder escoger mejor qué querrían estudiar cuando vuelvan, habiendo disfrutando antes de una formación de idiomas en el extranjero. Actualmente se calcula que un 25% de los estudiantes universitarios abandonan la carrera durante el primer curso porque no se cumplen sus expectativas. Las cifras señalan también que el 91% de los alumnos que han realizado esta experiencia presentan un nivel de competencia elevado en el idioma que escogieron para aprender. Por este motivo, cada vez hay más chicos y chicas que, antes de iniciar la Universidad, prefieren hacer un GAP YEAR para aprender idiomas y tener más perspectiva vital a la hora de escoger su futuro.
El inglés es la lengua mayoritaria para realizar los GAP YEAR, pero estos se pueden llevar a cabo en cualquier lengua, siendo el país de destino elección del estudiante.
GAP YEAR, un año para tener mejores opciones de empleo
Tal y como señalan desde EF Education First, el 88% de los estudiantes que realizan un GAP YEAR afirma que mejoró su empleabilidad, pudiendo optar a empleos mejor cualificados. Se trata de una forma de conseguir las cada vez más demandadas soft skills, las habilidades sociales que solo se pueden desarrollar a través del contacto real entre personas.
Aunque a priori pueda parecer descabellado, la opción del GAP YEAR está cada vez más demandada. Así, por ejemplo la Universidad de Harvard, en sus cartas de admisión, anima a sus futuros alumnos a tomarse un año antes de comenzar los estudios. Una forma de conocerse a sí mismo, aclarar las ideas y tomar con más ganas el futuro académico, añadiendo la formación en idiomas antes de comenzar los estudios en la universidad.