Hoy martes 27 de octubre se celebra el Día Mundial de la Terapia Ocupacional. Esa disciplina es la encargada de formar a las personas en el desarrollo de su autonomía e independencia. En una sociedad como la española, dónde cada vez son más importantes las áreas dedicadas los cuidados, la Terapia Ocupacional suma la sanidad a la psicología, la ética y el desarrollo para crear un futuro en el que todas las personas se sientan incluidas.
Debido a la suma de conocimientos que requiere la profesión, la Terapia Ocupacional forma parte de las titulaciones sanitarias regladas por las universidades. Una formación ligada a las Facultades de Ciencias de la Salud cuyo grado en la Universidad de Málaga lleva implantado desde 2009, con una tasa de ocupación que alcanza y supera el 100% en los últimos años registrados.
Para conocer más a fondo las implicaciones de esta formación contamos con la experiencia de Teresa del Sol Chicharro, profesora asociada CIS de la Universidad de Málaga y terapeuta ocupacional del Servicio Andaluz de Salud, así como miembro del equipo móvil de rehabilitación.
En una sociedad cada vez más envejecida ¿qué papel juegan los terapeutas ocupacionales?
Efectivamente, estamos ante una población más envejecida, pero una población con deseos de seguir teniendo una participación activa en las decisiones y actividades que tienen que ver con su vida. Son personas que buscan mantenerse con el mayor grado de autonomía posible tanto en las actividades básicas de la vida diaria, como en actividades más complejas e instrumentales. Quieren seguir gestionando su autocuidado personal, su hogar, su economía, conducir, mantener actividades de ocio enriquecedoras y relaciones personales significativas.
El terapeuta ocupacional es el profesional sanitario que analiza, gradúa y adapta las actividades de la vida diaria para facilitar una mayor autonomía de estas personas. A veces las personas no pueden realizar de forma autónoma todas las fases de una actividad pero si pueden participar activamente en ella. En otras ocasiones, enseñando nuevas técnicas la persona es capaz de maximizar su autonomía, por ejemplo enseñar a vestirse con nuevos patrones a un paciente hemipléjico. Identificar y recordar los pasos de una actividad puede ayudar a que un paciente con primeras fases de alzhéimer se mantenga más independiente por más tiempo.
Fruto del mayor empoderamiento de las personas mayores muchos optan por mantenerse en su hogar con apoyos necesarios. Hablamos de apoyos humanos (auxiliares de ayuda a domicilio, profesionales de rehabilitación como los terapeutas ocupacionales), también de apoyos tecnológicos como es la teleasistencia, la telerehabilitación, a la que se ha dado un impulso importante a raíz de la pandemia, los productos de apoyo, y con las adaptaciones en el hogar. Se trata de crear un camino fácil para que la persona se sienta segura y lo más independiente posible en su domicilio. Independiente no significa hacerlo todo solo y sin ayuda sino saber identificar los apoyos y las adaptaciones necesarias.
Los terapeutas ocupacionales trabajan con la persona para que mediante su tratamiento y enseñando nuevas técnicas pueda realizar las actividades de forma más segura y eficiente y pueda recuperar actividades que había perdido. También somos expertos en recomendar productos de apoyo desde un alza para el inodoro, una agarradera para el baño, el uso de una tablet para actividades de comunicación, o un abrebotes para maximizar el agarre de las manos. En el campo de adaptaciones en el hogar el terapeuta identifica los riesgos en el hogar, propone adaptaciones, modifica el entorno para que sea más adecuado para cada usuario. Las adaptaciones más comunes se proponen en cocinas y cuartos de baño, pero también en salones y dormitorios. Por ejemplo, para que la persona pueda seguir accediendo a su armario, elegir su ropa, levantarse de la cama por el lado más adecuado. El terapeuta ocupacional permite maximizar la autonomía personal en momentos de transición, de cambios importantes. Habitualmente nuestros clientes son personas que previamente eran autónomas o semiautónomas y han tenido un daño cerebral, una fractura con limitaciones, pacientes con enfermedades degenerativas párkinson, demencias, EPOC, ELA o usuarios que simplemente desean preparar su entorno para un envejecimiento más activo.
«Estamos ante una población más envejecida, pero una población con deseos de seguir teniendo una participación activa en las decisiones y actividades que tienen que ver con su vida»
La Terapia Ocupacional cubre una parte cada vez más importante de nuestra sociedad: los cuidados a personas dependientes ¿cuáles son los retos a los que se enfrentan los profesionales actualmente?
En el apoyo a personas dependientes identificamos varias líneas de trabajo importantes. La primera es el apoyo a las familias y personas cuidadoras. Se trata de formar, entrenar en técnicas adecuadas para realizar las actividades de la vida diaria, por ejemplo para realizar las transferencias asistidas, el vestido, la alimentación. Dotar de habilidades para manejar y mejorar aspectos cognitivos del paciente, la atención, la memoria, los trastornos de ánimo. Realizar modificaciones ambientales que faciliten las tareas y estimulen al paciente.
Es importante también abordar con las familias y cuidadores la ética del cuidado, el respeto a las decisiones del paciente, su privacidad. Intentar hacer las cosas como a él o a ella le gustan. Pequeños detalles que marcan una gran diferencia. Por eso, en algunas personas donde la enfermedad ha hecho que la comunicación sea difícil hay que facilitar instrumentos que la hagan posible. Y también repensar como era la persona, como eran sus valores, sus gustos, sus necesidades para hacer un diseño y un programa lo más adaptado posible.
Facilitar que la situación de dependencia se acompañe de unos niveles adecuados de calidad y de calidez. Como profesionales intentamos establecer sinergias para aumentar las fortalezas, crear un tandem entre familias, personas cuidadoras, usuario y profesionales que intervenimos.
La COVID19 ha afectado a los principales centros de trabajo de los terapeutas ocupacionales ¿cómo ha sido y está siendo la adaptación ante la nueva situación?
Se ha visto afectado porque por ejemplo en las residencias y centros de día mucho trabajo es a nivel grupal y la pandemia ha supuesto un límite a estas actividades. Algunos centros han tenido que cerrar, hay profesionales en ERTE. Muchas personas mayores que acudían a centros de día han visto como estos han dejado de ofrecerles este servicio, se ha producido un mayor aislamiento en personas muy frágiles que han visto disminuidos de manera importante sus contactos sociales y sus redes de apoyo. En los centros donde el terapeuta ha seguido en activo su adaptación ha ido dirigida a ayudar a paliar la situación de aislamiento, a evitar síndromes de desuso fomentando los niveles de actividad posibles. En muchos casos, manteniendo contacto telefónico cuando el usuario estaba en su hogar y en el caso de las residencias buscando espacios de trabajo individual o en pequeños grupos. La tarea de hacer más llevadero el día a día. En mi caso concreto, durante casi un mes y medio la intervención con los pacientes fue únicamente por vía teléfonica, mail, wassap, videos. Actualmente, hemos recuperado la normalidad en el trabajo, con los EPIs adecuados. Pero, como profesora asociada en concierto con instituciones sanitarias suelo acompañarme en el domicilio del paciente de alumnos. Este año los alumnos no asisten presencialmente al domicilio, pero si están realizando sus prácticas mediante videos que yo les envío, notas de audio, retos que nos plantean algunos pacientes, realizando productos de apoyo para usuarios concretos, realizando programas, dirigiendo sesiones por video… Nos ha supuesto acercarnos a la telerahabilitación y aunque no es la situación ideal estamos consiguiendo que sea un aprendizaje enriquecedor para todas las partes.
Por otros lado, empiezan a llegar pacientes postCOVID donde la tarea del terapeuta ocupacional vuelve a ser muy importante. Pacientes que han estado tiempo en las UCI y que salen con secuelas a nivel físico y psicológico que quieren retomar sus vidas y sus actividades y que requieren de nuevos aprendizajes, graduar la actividad, valorar donde están las dificultades, elaborar planes de recuperación. Actualmente, tengo un paciente postcovid que era taxista y que aún tiene dificultades con un brazo, con la marcha, con la atención y su objetivo es retomar sus actividades cotidianas y volver a trabajar. Por ejemplo, en el departamento de terapia contamos con un simulador de conducción que puede ayudarnos a valorar que áreas hay que trabajar y cuales son las dificultades para retomar la tarea. El terapeuta ocupacional quizás no ha tenido un papel de primera linea durante la primera fase del COVID, pero presiento que va a tener un papel muy importante en la recuperación de las secuelas de la pandemia.
Nuestra especialidad es el cuidado de las ocupaciones de las personas y la COVID ha venido a modificar muchas de nuestras actividades, hábitos y rutinas.
«En los centros donde el terapeuta ha seguido en activo su adaptación ha ido dirigida a ayudar a paliar la situación de aislamiento»
La Terapia Ocupacional tiene una parte sanitaria y una social y psicológica ¿cómo se unen ambas disciplinas?
El fin último de la terapia ocupacional es que la persona pueda hacer lo que quiere y lo que necesita hacer. Esto pasa por hacer actividades básicas de la vida diaria (vestirse, alimentarse, asearse, trasladarse) o actividades más instrumentales y/o complejas (realizar la compra, gestiones bancarias , manejo del dinero), participar en actividades educativas, laborales, de ocio y tiempo libre. En ese caminar para que la persona consiga hacer lo que quiere y necesita es donde interviene el terapeuta ocupacional. Es necesario que el terapeuta analice donde están las causas de sus limitaciones y esas causas pueden ser psicológicas, como un estado depresivo, un trastorno de ansiedad, ideas delirantes… pero también pueden ser por cuestiones físicas una artritis, daño cerebral, epoc, o por cuestiones sociales. La idea es que el terapeuta aúne sus conocimientos en estos ámbitos, como profesional formado en estas áreas, para conseguir mejorar las ocupaciones de las personas , para que las personas puedan ocuparse de manera significativa en base a sus gustos e intereses. Casi siempre las limitaciones tienen varias patas, un problema físico puede afectarnos psicológicamente y también al revés. El aspecto social y cultural tiene un especial valor porque hemos de ser sensibles a los valores personales, espirituales, culturales de cada usuario que pueden no coincidir con los nuestros y que van a ser determinantes a la hora de establecer prioridades. En estos momentos de crisis también la posición económica puede marcar diferencias entre pacientes, ya que muchos productos de apoyo que pueden ser necesarios para un usuario pueden no tener financiación. Nuestro sistema sanitario y social es muy limitado en financiación de productos de apoyo para la autonomía personal quedando muchos productos fuera del sistema o sólo para usuarios con una patología determinada. El terapeuta es experto en diseñar productos de bajo coste que ayuden a paliar necesidades concretas de nuestros usuarios o en adaptar productos y existentes en el mercado para un usuario concreto. Se trata de ver todas las caras de abordar globalmente y facilitar instrumentos para que la persona y sus personas significativas elijan su camino de avance personal.
El Grado de Terapia Ocupacional forma en disciplinas como enfermería, psicología, ética, farmacología… ¿en qué campos puede trabajar un graduado tras finalizar sus estudios?
En el campo de la geriatría a través de la red de centros de día y residencias de mayores principalmente. También en los programas de envejecimiento activo que ofrecen los ayuntamientos.
También ejerciendo su tarea como profesional autónomo a través de asistencia a domicilio. Presentando proyectos a convocatorias de subvenciones a nivel local, provincial, comunidad autónoma, programa social de fundaciones.
- En el campo infantil a través de asociaciones que ya prestan programas de atención.
- En el campo de la neurología contactando con clínicas y hospitales privados que aun no tengan servicios de terapia ocupacional y que deseen ofertarlo o incrementarlo. También con las asociaciones presentes en este campo.
- En el campo de salud mental a través de la red de clínicas y hospitales privados y o concertados que ya cuentan con la especialidad y que pueden requerir de profesionales de manera temporal o más a largo plazo.
- En la red pública sanitaria a través de la bolsa única del servicio andaluz de salud, actualmente los terapeutas ocupacionales trabajan en medicina física y rehabilitación de los hospitales públicos, en los servicios de rehabilitación a domicilio de atención primaria, en las unidades de salud mental, salud mental infanto- juvenil y unidades de trastorno alimentario.
- En el ámbito de la discapacidad a través de asociaciones que prestan sus servicios a usuarios con distintas patologías.
- También ejerciendo su tarea como profesional autónomo a través de programas de asistencia a domicilio. Estableciendo sinergias y trabajando en espacios comunes con otros profesionales del ámbito sanitario, educativo y social (podólogos, fisioterapeutas, logopedas, enfermeros, maestros, trabajadores sociales…) Presentando proyectos a convocatorias de subvenciones a nivel local, provincial, comunidad autónoma, programa social de fundaciones.
Como veis es un abanico muy amplio. Posiblemente, para algunos campos los estudiantes egresados deban seguir ampliando sus conocimientos a través de cursos, master y expertos. Actualmente, no existen terapeutas especializados en acompañar las transiciones, entendido este término como las situaciones de cambio que puedan suponer una situación de estrés importante para la persona con discapacidad. El alta hospitalaria del paciente tras un ictus, el cambio de centro educativo para un usuario con discapacidad intelectual, el inicio de la actividad laboral por primera vez o tras un tiempo largo de baja, el cambio de domicilio o ciudad, la vuelta a casa tras una estancia en la UCI, la vuelta a casa tras un internamiento psiquiátrico, la adaptación a vivir en una residencia. ..Poder intervenir y acompañar durante las transiciones proponiendo organizar el día a día, dotando de productos de apoyo y adaptaciones ambientales necesarias, implementando las técnicas y habilidades necesarias, enseñando al usuario, a cuidadores y familiares podría facilitar la adaptación, disminuir la incertidumbre y asegurar un mayor éxito para las personas involucradas.
¿Qué mensaje le daría a los estudiantes que planean dirigir su futuro por el Grado de Terapia Ocupacional de la UMA?
Lo que me hizo a mi decidirme por esta carrera fue encontrar un monográfico, de esto hace ya muchos años, en el que constataba el enorme número de terapeutas ocupacionales en activo que estaban contentos con su elección y con el trabajo que desarrollaban. Hoy tras 25 años ejerciendo esta profesión me siento realizada, contenta. Siento que desempeño una profesión necesaria y gratificante y creo que volvería a elegirla. A lo largo de la carrera van a conocer a muchos terapeutas ocupacionales motivados por enseñar y compartir con sus alumnos y que posiblemente su paso a través de la carrera les cambiará personal y profesionalmente. Es una carrera para aprender y disfrutar que les abre un futuro a muchos campos de intervención y les va a dotar de competencias necesarias para ejercer como terapeuta ocupacional, pero también para ejercer muchas otras funciones necesarias en un mundo cambiante. Aprenderán a trabajar en equipo, a desarrollar programas, a diseñar intervenciones, a ser creativos, a saber analizar el entorno, a saber intervenir con grupos, a ser proactivos, a tener un espíritu crítico, constructivo. Como veis, todo ventajas.