El pasado viernes día 15 se inauguró la exposición de Sebastián García-Garrido ‘Tipometrías. Elogio de la Lengua Española y las Artes del Libro’ en la sala de exposiciones de la planta baja del Rectorado, situado en el Paseo del Parque de la capital malagueña. Con esta muestra la Universidad de Málaga, a través del Vicerrectorado de Cultura y Deporte, se suma a la celebración de la edición número 46 de la Feria del Libro de Málaga.
En el acto inaugural estuvieron presentes Tecla Lumbreras, vicerrectora de Cultura y Deportes de la UMA, y Sebastián García-Garrido, catedrático de Dibujo en la Escuela Politécnica Superior. El autor de la muestra es propietario de una magnífica colección de tipos móviles de madera que ha transformado en una sorprendente y preciosa muestra de obras de arte con la que rinde homenaje a la lengua española (con especial énfasis en las figuras de Cervantes y El Quijote); a los oficios relacionados con las artes del libro y a figuras señeras de la edición impresa, tanto como autores (el caso de Gutenberg o Durero) como impulsores y patrocinadores de estos oficios, como el caso de Alfonso X o Carlos III.
Lumbreras considera la exposición Tipometrías (2011-2016) como “un homenaje a los tipos móviles de madera y a la pasión de un coleccionista que ha ido acumulando tipos de distintas épocas y países y los ha utilizado para crear una obra muy personal y muy próxima a las vanguardias artística”. García-Garrido, por su parte, reconoce las relaciones de este trabajo con el cubismo y otras vanguardias cuando afirma que “es mi primer acercamiento al arte abstracto y geométrico con el que trato de poner en valor y salvar los tipos móviles de madera”.
La técnica de impresión con estos tipos está a punto de cumplir su primer milenio, desde que se crearon los primeros tipos de madera en China y “había un serio riesgo de que en la fecha en la que habría que celebrar esa efeméride, en torno al año 2040, no quedara nadie vivo que hubiera trabajado con ellos e incluso no sería extraño que ya no quedaran los propios tipos que durante siglos han sido los elementos básicos en la edición de libros y carteles”. :
A principios de este milenio, el autor de las obras, se encontró con una colección completa de tipos de madera en un anticuario de Viena, la adquirió y comenzó a buscar nuevas colecciones hasta hacerse con un amplio y variado surtido de tipos de distinta tipografía y procedencia que, en la mayoría de los casos, mantenían la huella de la tinta que se había utilizado en las últimas impresiones. Una década después de su primera adquisición, García-Garrido se planteó la posibilidad de utilizarlos como la materia prima principal de piezas artísticas que les confirieran un valor añadido y aseguraran su salvaguarda.
“El resultado final viene determinado en buena medida por los propios tipos que son los que determinan el formato y los colores de las obras expuestas y los que me sugieren cada uno de los homenajes que se plasman en cada uno de los trabajos”, explica. Estas creaciones suponen una reivindicación del patrimonio material e inmaterial de la imprenta tradicional. Por este motivo se presentan en una especie de urna, de maderas nobles, como objetos valiosos que quieren ser mostrados como patrimonio artístico y cultural en nuestra sociedad contemporánea.