La Sala Noble del Museo Carmen Thyssen Málaga acogerá hasta el mes de junio, la muestra temporal Toulouse-Lautrec y el circo, en la que se expondrán las estampas de la serie “Au cirque” [En el circo], editadas entre los años 1905 y 1931 a partir de dibujos originales de temática circense del artista francés, junto a otras ilustraciones del mismo asunto, publicadas en la prensa de la época o en otros portofolios, como la famosa “Clownesse Cha-U-Kao”. Todas las obras proceden de la colección de Jean Pierre Gimbergues.
El circo, una temática habitual del artista
Durante una breve estancia en un sanatorio, en 1899, Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) realizó 39 dibujos sobre el circo, tema de algunas de sus mejores pinturas en los años anteriores y que entonces rememora. Los personajes de los diversos espectáculos circenses parisinos que tenían lugar en el circo Fernando, el Nouveau Cirque, y en cabarets como el Moulin Rouge o el Folies-Bergère, de los que Lautrec fue asiduo asistente y retratista habitual, centran las imágenes recogidas en la exposición, componiendo una serie de imágenes en las que acróbatas, payasos y domadores ensayan y ejecutan sus números ante un espectador que se convierte en asistente privilegiado a la función circense.
A su muerte, los dibujos, hoy dispersos en varios museos y colecciones, pasaron a manos de su gran amigo Maurice Joyant, crítico, marchante de arte y apoyo incondicional de Lautrec, cuyas primeras exposiciones organizó. A instancias suyas se publicarían en los años siguientes. Unos pocos vieron la luz en “Le Figaro Illustré”, dirigido por Joyant, y el conjunto completo se editó, bajo el título “Au cirque” [En el circo] en dos tiradas, una en 1905 a cargo de éste y de Adolphe Goupil, célebre marchante y editor de estampas, y otra en 1931, también por iniciativa de Joyant, fallecido el año anterior y que la imprenta parisina Librairie de France llevó a cabo.
Para la reproducción de los dibujos se utilizó una técnica fotomecánica, la goma bicromatada o fotoaguatinta, un proceso fotomecánico desarrollado desde finales del XIX, ampliamente utilizado para la reproducción de imágenes (por el propio Goupil, por ejemplo), y que se consideraba especialmente adecuado para lograr efectos pictóricos, ya que permitía, además, realizar retoques con pintura o acuarela. Una aproximación, en definitiva, a la producción más personal de Toulouse-Lautrec y a una temática que cautivaría, en los años inmediatos, a los artistas de la vanguardia :
Más información
- Exposición en la Sala Noble del Museo
- Horario: De martes a domingo de 10 a 20h
- Tarifas: Entrada única (General: 10 €, Reducida: 6 €, Grupo: 8 €)