Una de las principales dudas de todos los estudiantes cuando se acercan al final de sus estudios es qué salida laboral les espera. No es fácil gestionar el tránsito Universidad-mercado laboral, y más en una época marcada por una alta tasa de paro. Un problema al que la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) está dando solución con gran éxito. Así lo dice su puesto número 44 en el ránking mundial que refleja la tasa de empleabilidad de las universidades, el QS Graduate Employability Rankings 2017. Las puntuaciones de esta categoría se calculan considerando la diferencia entre la tasa de empleo de cada institución y la media nacional. Esto explica cómo la capacidad de una universidad para fomentar la empleabilidad se ve afectada por el desempeño económico del país en el que se encuentra ubicada. QS Graduate Employability Rankings 2017 ha evaluado a las 300 instituciones líderes en este campo a través de las calificaciones sobre cinco indicadores: reputación del empleador, resultados de Alumni, asociaciones de empleadores, conexión empleador-estudiante y empleabilidad de los graduados.
“Tradicionalmente siempre se dice que la Universidad vive de espaldas a la sociedad. Y no es verdad. La Universidad debe mirar a las necesidades de la sociedad, participar en todos sus ámbitos, y uno de ellos es la empleabilidad para contribuir a que los estudiantes tengan una inserción laboral adecuada”, señala Máximo Juan Pérez García, Delegado del Rector para Empleabilidad y Relaciones Externas de la UAM, a Aula Magna.
Un trabajo de años :
Una visión que la UAM puso en marcha hace varias décadas, “incorporando las prácticas en sus planes de estudio en los años ochenta. Hoy en día es habitual tener esta línea de trabajo, pero en eso momento fuimos pioneros a través del programa Coopera de cooperación educativa”. Según señala Máximo Juan Pérez, “eso abrió las puertas a un mundo de colaboración Universidad-Empresa de manera muy intensa y consolidada, añadiendo otras acciones. Una de ellas es la organización de foros de empleo, donde las empresas vienen a seleccionar a nuestros alumnos y titulados, miembros de AlumniUAM, ofreciéndoles prácticas o puestos de trabajo”. :
Unas acciones que, además, “han tejido una red de contactos en el tiempo y que permite a nuestros estudiantes y titulados insertarse en el mundo laboral”. Factores a los que se “suma una formación de calidad, muy bien valorada, adaptada a las necesidades que tiene el mercado y el sector productivo”.
Crear empleo en plena crisis
Por otro lado, el Área de Empleabilidad de la UAM no ha sido ajeno a la situación económica por la que pasa España. “Por eso en los últimos años, desde el 2013, esta Universidad vio que muy claro que con la crisis debía apostar más que nunca por la empleabilidad. La Universidad está para formarse, pero si no te ofrece una salida laboral la formación sirve de poco. En el 2014 se aprobaron las Líneas estratégicas de Empleabilidad de la UAM (2014-2017) donde se marcaban una serie de objetivos para fomentar la empleabilidad. Una de ellas era trabajar para que las practicas externas sean de calidad. Tenemos identificado que las prácticas de calidad fomentan una buena empleabilidad. Tenemos también programas específicos sobre titulaciones con un bajo grado de inserción laboral o para colectivos específicos”, explica Máximo Juan Pérez en la entrevista con Aula Magna. Asimismo, la UAM oferta, de forma gratuita, cursos de formación en competencias para los estudiantes y titulados, miembros de AlumniUAM, y también oferta una amplio catálogo de títulos propios para que los titulados puedan seguir formándose y actualizar sus conocimientos”, destaca el Delegado del Rector para Empleabilidad y Relaciones Externas de la UAM.
Las universidades anglosajones lideran el ránking
Los primeros puestos del ránking mundial que refleja la tasa de empleabilidad de las universidades, el QS Graduate Employability Rankings 2017, está dominado por las universidades anglosajonas, especialmente de Estados Unidos. ¿Se las podrá alcanzar en algún momento? Para Máximo Juan García “será difícil que en las universidades públicas se puedan alcanzar esos números. Si comparamos presupuestos, la UAM está en una muy buena posición. Con un escaso presupuesto, hay que poner en valor lo que hacemos. Por otro lado, en estas universidades hay una cultura del mecenazgo que todavía no ha llegado aquí. Creo que el patrocinio de ciertos programas ayudaría”.