La Universidad de Cádiz presentó ayer el proyecto de emprendimiento Azul y diversificación económica en la marisma y litoral en el siglo XXI: nuevos retos y oportunidades. El objetivo de esta iniciativa es aportar el marco más adecuado de formación teórico-práctica a los emprendedores para mejorar su cualificación y afrontar el reto de la economía azul con los recursos endógenos del territorio. La economía azul se basa en reconocer la importancia de los mares y los océanos como motores de la economía por su gran potencial para la innovación y el crecimiento.
El programa de acciones previsto pivota sobre tres ámbitos principales: la realización de cursos de formación sobre la economía azul y los desafíos y oportunidades que los espacios naturales litorales ofrecen, el acompañamiento a futuros emprendedores para que puedan poner en marcha proyectos empresariales innovadores y sostenibles, y la cesión de diferentes espacios en la Salina La Esperanza para la prueba experimental de los productos con los que validar la idea de negocio. La presentación contó las intervenciones del rector de la Universidad de Cádiz, Francisco Pinilla, la vicerrectora de Política Científica y Tecnológica, María Jesús Mosquera, y el coordinador de la iniciativa, el profesor Alejandro Pérez.
El objetivo general es cualificar a nuevos emprendedores sobre las oportunidades innovadoras que ofrecen los espacios naturales costero-litorales, muy singularmente en la Bahía de Cádiz, para adaptarse al siglo XXI. Este proyecto, en palabras del rector de la UCA, “es un reflejo de la apuesta de la Universidad de Cádiz por un nuevo modelo productivo más inteligente, integral y sostenible”, así como “una propuesta comprometida con las potencialidades del entorno y con la singularidad de nuestras salinas”.
Piniella añade que “la marisma y las salinas son, para la UCA, un nuevo reto y una gran oportunidad si conseguimos generar una formación suficientemente amplia que dirija y capacite a nuevos emprendedores, egresados y empresas hacia usos diversificados que permitan desarrollar la economía azul en estos espacios”. En palabras del profesor Pérez Hurtado, el marco de las Salinas La Esperanza de la UCA supone aprovechar “un extraordinario laboratorio natural con una zona de apoyo a la investigación aplicada para solucionar problemas del entorno, con un servicio de divulgación con la idea de impulsar un turismo de vino-sal-estero, con un vivero de empresas concebido como una zona piloto para recuperar el medioambiente y también la economía a través, por ejemplo, del emprendimiento”.
La UCA es la única universidad de Europa que tiene una concesión de salinas y esteros. El pasado mes de septiembre se inauguraron los Servicios Centrales de Investigación en Salinas-Salinas la Esperanza de la UCA. Se trata de un laboratorio natural de 39 hectáreas donde se realizan actividades investigadoras, educativas, turísticas, divulgativas y de emprendimiento en torno a la extracción de la sal y su ecosistema. En ellos se ofrece un área experimental, es decir, un laboratorio natural al aire libre en el que poder desarrollar investigación aplicada para la conservación y mejora de la biodiversidad. Así como para desarrollar experiencias piloto en restauración y recuperación ambiental de salinas artesanales y recuperación de la cultura salinera.