La Universidad de Málaga lidera el proyecto europeo ‘CARE, Consumo consciente para la responsabilidad hacia el entorno’, una iniciativa que pretende aumentar la conciencia social y medioambiental en el ámbito del consumo responsable y que ha dado sus primeros pasos en el mes de abril. El proyecto se centra en cuatro áreas principales del consumo: Alimentación responsable, basada en productos naturales, poco procesados, locales y de temporada; Movilidad responsable, mediante el uso de un transporte de bajo impacto y más saludable en la vida cotidiana y en los grandes desplazamientos, tomando conciencia del impacto ambiental, cultural y social del turismo de masas; Moda responsable, fomentando la adquisición de prendas sólidas y duraderas, la reutilización y el uso de materiales reciclados; y Uso responsable de los recursos, como el agua o la energía, para gestionarlos de forma eficaz y eficiente y minimizar la producción de residuos.
Cofinanciado por la UMA, a través del Vicerrectorado de Relaciones Internacionales, y la Comisión Europea, en el marco del Programa Erasmus Plus, el proyecto promueve unos hábitos más conscientes y austeros que prolonguen el uso de los bienes, su reutilización y reciclaje, la reducción de los residuos y la moderación en el uso de bienes no reemplazables. Para llevar a cabo este proyecto se han unido siete socios de España, Portugal, Italia, Bélgica, entre los que están universidades, oenegés, centros de educación de adultos y pymes de fomento del emprendimiento sostenible, coordinados por la profesora de Organización de Empresas de la UMA, Ana María Castillo Clavero.
“El consumo se produce a lo largo de toda la vida y la educación para un consumo responsable y consciente debe formar parte de la formación transversal, algo que sólo ha empezado a ocurrir en los últimos años pero que no ha llegado a quienes ahora son adultos maduros”, explica Castillo. Así CARE ofrecerá información objetiva y formación sobre los efectos económicos y medioambientales de sus decisiones de compra, sin olvidar aspectos como las condiciones de trabajo, las brechas de género y el impacto cultural de la producción de bienes y servicios.
“Otro de los objetivos de CARE es el fomento del emprendimiento responsable, para lo cual ofrecerá una comunidad de conocimiento donde puedan aportarse casos de éxito, buenas prácticas y nuevas ideas e iniciativas empresariales para crear modelos de negocio sostenibles y responsables”, añade su coordinadora. Para ello, el consorcio de CARE establecerá un sistema de recogida de propuestas cuya factibilidad e interés será valorada técnica y socialmente para su eventual presentación a las organizaciones públicas de apoyo al emprendimiento.
Los resultados del proyecto (análisis, estudios e informes, buenas prácticas, programa de formación, banco de ideas de negocios, etc.) se pondrán a disposición del público sin restricciones a través de la plataforma REA CARE, de acceso abierto, libre y gratuito, que dará visibilidad y transferibilidad a los productos y recursos generados por el proyecto.