Uno de los principales vínculos que tiene la Universidad de Málaga con la propia capital de la Costa del Sol es a través de los equipos de balonmano que existen en la provincia. De esta forma, las selecciones universitarias, sobre todo la femenina, se nutre de estudiantes que juegan en la élite del balonmano nacional, en División de Honor o División de Honor Plata. El nexo de unión entre ambos contextos es un hombre convencido del talento que existe y del crecimiento de este deporte en Málaga: Diego Carrasco, entrenador del Rincón Fertilidad Málaga, equipo femenino que milita en lo más alto del panorama nacional, y seleccionador del equipo de la UMA desde hace 14 años.
En cuanto a los retos y objetivos este nuevo curso académico, el entrenador resaltó que “defendemos el oro en el Campeonato de España Universitario, pero para ello tenemos que ganar previamente el andaluz, que se celebrará el próximo 25 de marzo en la Universidad de Córdoba”.
Tras el CEU de 2015 disputado en Antequera, donde la Universidad de Málaga no pudo alcanzar la final y obtuvo el bronce, las malagueñas se sacaron la espinita con el oro en León al año siguiente, tras ganar en la gran final a la Universidad de Valencia.
“Históricamente hemos logrado tres títulos nacionales en Bilbao y en Madrid, pero de eso hacía mucho tiempo”, informó Diego Carrasco, quien insistió en que “este curso habrá que ver cómo se han reforzado el resto de equipos”.
Por su parte, la selección masculina la dirige Nacho Torres, coordinador de la Sección de Balonmano del Club Deportivo Colegio Los Olivos. Los universitarios quedaron el año pasado subcampeones de España tras caer en la final ante la Universidad de Córdoba. Ambos conjuntos también habían protagonizaron una final muy igualada en el Campeonato de Andalucía que cayó en esta ocasión del lado malagueño. :
Asimismo, el alto nivel del balonmano femenino en Málaga influye directamente en el combinado universitario ya que la selección se forma de las jugadoras universitarias del Rincón Fertilidad y Los Olivos. “Algunas estudiantes que han jugado de pequeñas quieren participar, pero cuando ven el nivel que existe en el equipo, ellas mismas dicen que no”, explicó Diego Carrasco que hizo hincapié en que “se nota mucho la diferencia porque estamos hablando de jugadoras que entrenan todos los días y están en las mejores competiciones nacionales, y en este deporte si dejas de entrar algunos años se nota mucho”.
Aunque la relación que existe entre balonmano y universidad también se da a la inversa, “y es que en el club del Rincón Fertilidad también valoramos si la jugadora que llega es o no universitaria”, manifestó el técnico.