Un grupo de manifestantes de ultraizquierda irrumpió el pasado miércoles, 20 de noviembre, en la Universidad Complutense causando destrozos en uno de los despachos. La oficina atacada correspondía a la asociación católica Foro Universitario Francisco de Vitoria, de la UCM. Con cascos de moto, palos y un extintor, agredieron a cinco estudiantes, que tuvieron que ser atendidos por el SAMUR.
Tanto la propia asociación como HazteOir.org e incluso el propio rector de la UCM, José Carrillo, han enviado sendos comunicados en contra de estos ataques, que han condenado. Carrillo expresaba mediante una nota de prensa que «la violencia no debe tener cabida en la sociedad ni en la Universidad», al tiempo que deseaba «la pronta recuperación de los heridos».
Los atacantes se dirigieron a la Complutense al finalizar una manifestación no autorizada bajo el lema ‘Contra los fascismos y el capital’, en la que había alrededor de 150 personas. El grupo recorrió el camino entre la parada del metro de Ciudad Universitaria y la Facultad de Derecho, donde se encuentra dicho despacho. Una vez allí, hasta que llegaron a la asociación, lanzaron piedras y destrozaron parte del mobiliario que se encontraron. Al final, con un extintor, palos y cascos de motos han entrado en el local al grito de «estos son» y «fascistas» produciendo graves destrozos en la sala y vaciando el contenido del extintor. Las imágenes han recorrido las redes sociales.
Según expresa Foro Universitario Francisco de Vitoria en el comunicado que han publicado en su blog, no es la primera vez que reciben ataques de este tipo. Han denunciado que son «objeto de un acoso permanente por parte de grupos radicales que se autodenominan de izquierdas». Ante esto, han expresado su rechazo a los motivos que llevan a estos grupos a atacarles, ya que se autodenominan como «asociación tradicional», cuyos objetivos son «defender una buena educación universitaria con principios católicos y España como el ámbito en el que se habrá de desarrollar la actividad profesional». En este sentido, rechazan la denominación de derechas y defienden su autonomía política.