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19 abril, 2024
AndalucíaGranada

Un profesor de la UGR fomenta la gamificación en la docencia con una ‘habitación de escapismo’

La docencia no tiene porqué ser aburrida e ir a clase puede suponer todo un juego o una serie de pruebas en las que tener conocimiento y haber estudiado puede ayudarte a ganar, y si no que se lo digan a los alumnos de la asignatura de Enfermería del Adulto I del campus de la Universidad de Granada en Ceuta, ya que desde hace unas semanas están poniendo a prueba sus conocimientos en dicha asignatura para conseguir salir de una habitación de escapismo o ‘escape room’ mediante juegos, pruebas y puzzles que deben resolver a partir de preguntas y acertijos relacionados con el temario de la asignatura.

Los alumnos son encerrados y tienen que encontrar la salida respondiendo a pruebas y acertijos relacionados con la asignatura.
Los alumnos son encerrados y tienen que encontrar la salida respondiendo a pruebas y acertijos relacionados con la asignatura.

Esta habitación está situada en la propia facultad y es denominada ‘Consulta del doctor Urquiza’. Un lugar del que no podrán salir si no encuentran una llave, la cual solo hallarán si realizan bien todas las pruebas y por ende si tienen dominio suficiente sobre la asignatura en el tiempo límite que marca el reloj, 30 minutos. Esta original iniciativa de gamificación en la docencia ha sido puesta en marcha por José Luís Gómez Urquiza, profesor de la UGR, quien asegura que surgió por motivación propia, “He ido a varias habitaciones de escapismo por ocio pagando y me motivaba mucho. Siempre he estado pensando en cómo innovar, dándole vueltas a lo que podía hacer para que la docencia fuera más divertida y no simplemente clases magistrales. Entonces pensé que si este tipo de juegos me motivaba a mí, quizá también podía motivar a los alumnos y así fue”, declaraba para este medio.

Algunas de las pruebas que deben realizar los alumnos en esta misteriosa habitación son; realizar una reanimación cardiopulmonar; hacer una cesárea a un muñeco, siempre y cuando hayan encontrado antes la bata quirúrgica y los guantes estériles; extraer sangre del brazo de un maniquí, o colocarle unos electrodos como si fueran a realizarle un electrocardiograma, entre otras. Solo así, si tienen los conocimientos necesarios, conseguirán salir de la habitación o al menos irán acumulando pistas para conseguirlo, “las habitaciones de escapismo consisten en que un grupo de entre 2 y 5 personas entran en una habitación en la que se les encierra y tienen que conseguir escapar de ella en un tiempo determinado, normalmente 30 minutos”, explicaba el propio profesor.

Entre las pruebas destaca la  reanimación pulmonar o sacar sangre del brazo de un maniquí, entre otras.
Entre las pruebas destaca la reanimación pulmonar o sacar sangre del brazo de un maniquí, entre otras.

Estas sesiones tienen lugar durante las clases prácticas de la asignatura y han contado con la participación de 21 grupos, de los cuales solo 8 han conseguido salir a tiempo de la habitación. Sin embargo, el premio de este juego no solo es salir de la habitación con éxito, sino también conseguir tres preguntas del examen, por lo que los alumnos participantes ponen mucho empeño en resolver todos los enigmas, “todo son ventajas, ya que gracias a las habitaciones de escapismo hemos conseguido motivar a los alumnos, que se involucren mucho más en la asignatura y, de paso, se diviertan mientras estudian. Han empezado a hacerlo en un periodo en el que no es muy común que lo hagan, ya que el examen es dentro de dos meses. Han quedado juntos para estudiar y muchos piden que este tipo de actividades sea una prueba de evaluación real”, expresaba el docente.

La realidad es que la iniciativa, a pesar de que no es la primera del profesor, ya que anteriormente ya hizo uso de otros métodos de gamificación, está teniendo un gran éxito en el sector docente y especialmente con los estudiantes, que ven la propuesta como una forma excelente de estudiar de una forma poco convencional y sobre todo, divertida, “Mis compañeros me han animado a innovar y cuento con ellos para lo que necesite. Ha sido una experiencia gratificante y muy divertida, y sin duda una forma de motivación impresionante, por lo que pienso hacer más propuestas de este tipo tanto en otras asignaturas como en otros cursos”, concluía  Gómez.

En definitiva, una original forma de enseñar de forma práctica conocimientos sobre una asignatura y sobre todo de fomentar el interés por parte del alumnado de una forma amena y divertida.


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