Las universidades de Jaén y Sevilla, finalistas en un concurso internacional de ideas para la organización urbanística y energética de una de las islas habitadas más remotas del mundo. La isla de Tritán de Acuña, enclavada a casi 3.000 km de Ciudad de Cabo (Sudáfrica) acoge a cerca de 280 habitantes, quienes sólo pueden entrar o salir de la isla en barco y durante 60 días al año debido a las duras condiciones climatológicas. Con el objetivo de facilitar la vida de esta comunidad, el Instituto Real de Arquitectos de Gran Bretaña ha convocado un concurso internacional de ideas para el rediseño urbanístico y energético de la isla. Dicha competición busca enfoques innovadores y rentables para aplicarlos en este territorio.
Entre los casi cuarenta proyectos candidatos a esta convocatoria se han seleccionado a cinco finalistas, entre los que se encuentra un proyecto elaborado por profesores del departamento de Ingeniería Electrónica y Automática de la Universidad de Jaén, en colaboración con el equipo de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad de Sevilla. En este concurso han participado iniciativas procedentes de Australia, Brasil, Canadá, China, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Rusia, Suiza, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos y España.
En concreto, el grupo de la UJA se ha centrado en la parte energética, con la idea de mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la isla, mientras que desde Sevilla han desarrollado la modificación estructural de las viviendas, los edificios gubernamentales y el puerto. “Tristán de Acuña sufre un clima bastante extremo a lo largo del año, por esta razón consumen mucho gasoil, nuestra intención fue encontrar una alternativa más sostenible a través de las energías renovables. Para ello hemos diseñado una micro-red, una red eléctrica aislada que, a partir de la energía generada por diferentes fuentes, es capaz de abastecer el consumo eléctrico de una comunidad”, explica el profesor de la UJA Jorge Aguilera. En esta micro-red se ha previsto el uso de tres tipos de generadores: fotovoltaico, eólico y diésel, así como elementos de acumulación capaces de almacenar los excedentes energéticos y consumirlos cuando sean necesarios. “Estimamos que la utilización de esa configuración permitiría conseguir una reducción anual en el consumo actual de diésel de aproximadamente el 75%”, añade Aguilera.
A principios del próximo verano tendrá lugar la presentación final al jurado por parte de cada grupo seleccionado, en un acto que se llevará a cabo en Londres y en el que el equipo español competirá con dos grupos británicos, uno canadiense y otro estadounidense para obtener el primer premio. La decisión del proyecto ganador se hará pública en el mes de septiembre.