El grueso de las universidades públicas, además de ser una fuente esencial de conocimiento para la sociedad, actúan también como generador, o creador, de trabajadores, investigadores y, a fin de cuentas, personas cualificadas para el correcto desarrollo de su vida laboral.
Una labor, la de la empleabilidad, que la Universidad de Almería se toma muy en serio para capacitar a sus alumnos con las mejores aptitudes para salir al mercado laboral. Para ello, además de las gestiones y convenios que lleva a cabo el Servicio Universitario de Empleo (SUE) con empresas externas a esta institución académica; también ofrece una alternativa laboral dentro de sus propias instalaciones a sus universitarios.
Una opción que, convocada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), y con el principal objetivo de promover la iniciación en tareas de investigación entre los alumnos que vayan a finalizar sus estudios de último curso de Grado, o bien realizar el primer curso de un Máster Universitario Oficial; la UAL pone a disposición de varios de sus estudiantes el conocer a fondo la universidad mediante una beca de colaboración en departamentos con la que desarrollar los conocimientos aprendidos en sus estudios en el ámbito del trabajo.
Becas que, para el curso 2016-2017, el MECD ha convocado un total de 2.356 de las que 29 han sido para la Universidad de Almería. De este modo, los estudiantes seleccionados tendrán la oportunidad de iniciarse en tareas de investigación vinculadas con los estudios que están cursando a través de estas colaboraciones, siempre compatibles con el correcto desarrollo de sus estudios.
Cómo obtenerlas
La convocatoria de estas becas suele realizarse de manera pública a finales de curso de manera que, tras los trámites pertinentes, sea a principios del curso siguiente cuando los beneficiarios comiencen su periodo de colaboración en el departamento asignado; siempre y cuando se esté aún matriculado en la universidad durante el año académico en el que se llevará a cabo el desempeño de la beca.
En este sentido, los solicitantes deben presentar, dentro del plazo marcado por la convocatoria, un proyecto de colaboración a desarrollar dentro de alguna de las líneas de investigación en curso de los departamentos universitarios que versará, en todo caso, sobre alguna de las materias (troncales u obligatorias) para la obtención de la titulación que esté cursando. Trámite que, después de ser aprobado y tras el tiempo preciso para la presentación de alegaciones, da a conocer las becas concedidas.
La voz de la experiencia
Una de las beneficiadas por este sistema de becas de colaboración en departamentos es Rocío Felices. Actualmente se encuentra preparándose unas oposiciones a maestra, pero hasta hace unos meses tuvo la posibilidad de trabajar en la Universidad de Almería a la par que se preparaba el doctorado.
De este modo, según cuenta a Aula Magna, al comienzo de su beca de 12 meses de duración, a raíz de haber estudiado Psicopedagogía, empezó en el equipo de Orientación. Puesto que ocupó durante unos meses hasta que, por cambios de Gobierno en la UAL, ese área desapareció y pasó a formar parte del equipo de trabajo del Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo.
Para Rocío Felices la experiencia de esta adjudicación fue, en general, “bastante bien”, aunque confiesa que “siempre que hay cambios sabemos que todo se desorganiza muchísimo. Estuve casi dos meses sin nadie conmigo hasta que no entró el nuevo gobierno y se estabilizó la cosa. Estuve perdidilla”.
En su caso, se enteró de la convocatoria por el blog de OrientaSUE de la UAL, “me informaron unas compañeras, me presenté a la selección y así la conseguí”. Un canal de información sobre empleo, el blog, que muchos no conocen por lo que “la mayoría de gente no se entera de este tipo de becas u otras similares. Quizá sea falta de información, pero también quizá es porque los alumnos se van interesando por este tipo de cosas a medida que avanzan los cursos. Llegas el primer año y te centras en las clases y poco más”, afirma. Sin duda, una experiencia que recomienda pues
“No es lo mismo conocer la universidad desde un punto de vista del que sólo va a clase o la biblioteca; que viviéndola desde dentro, cómo funciona, cómo se toman las decisiones y medidas de organización. Eso se aprende con estas becas”.
En este sentido, especialmente la última parte de su beca, le aportó mucho al estar en contacto con alumnos de otras carreras, colaborando en actividades como la bienvenida a alumnos de secundaria. Una faceta que le permitió ver el funcionamiento de la UAL desde dentro y cómo se trabaja, “es una vision totalmente distinta a la que yo tenia como alumna. Algo que es muy enriquecedor”, asegura.
Por ello, de cara a su futuro laboral, tras sus estudios relacionados con la educación, este periodo le ha aportado muchísimo en el ámbito de cómo trabajar con gente. Además, la segunda parte de su beca versó más en el tema de organización de eventos y jornadas, algo que no contemplaba en su carrera, pero que “también me sirve como profesional de enseñanza. Además he descubierto que me ha gustado mucho eso de organizar”, comentaba entre risas al hacer balance de su beca.
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