Esta semana pasada se ha conmemorado los cuarenta años del Pacto de Antequera, una fecha en la que once partidos de todos los signos políticos posibles consensuaron la Autonomía andaluza. Para celebrar esta efeméride se llevaron a cabo unas jornadas de análisis y debate de lo que significó ese pacto, un encuentro que se merecen el reconocimiento directo al Consejo Social de la Universidad de Málaga por su organización.
Estoy convencido que a más de un político de los de ahora le hubiera venido muy bien asistir para aprender que sí se puede dialogar y llegar a consensos independientemente del color que sean, pues los temas que forman la base de un país, como en el caso de la educación, no puede estar cambiando según el partido que venga.
Debe de existir también ya un ‘Pacto de la educación’ partiendo de que si fue posible que se pusieran de acuerdo once partidos entonces ¿cómo no va a ser si ahora son solo cuatro? Lo que está claro es que para los que no comulgan con la idea de España no hay pacto que valga, una idea que se resumió bien en las jornadas: en le pacto de Antequera no había ningún partido llamados independentista, todos iban a una.