El Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga (Fancine) celebrará su 24º edición entre el 20 y el 27 de noviembre. Chantal Pérez ya lo disfrutó por primera vez como vicerrectora de Extensión Universitaria el año pasado, aunque reconoció, en una conversación con Aula Magna, que fue un gran reto, ya que apenas llevaba un mes en el puesto. En esta ocasión se encuentra mejor preparada y, sobre todo, emocionada por ver volcado todo el trabajo que han realizados a lo largo del año en esa semana tan especial.
¿Cómo es la experiencia de preparar Fancine?
Esta es mi segunda edición, pero el año pasado estaba recién estrenada. Llevaba menos un mes de vicerrectora y no fue nada fácil, pero se hace. Llegué con muchísima ilusión, muchísimas ganas. Y el festival por fuera lo conocía, lo que no conocía eran sus tripas. No me podía imaginar la cantidad de trabajo que implica.
¿Cuánto tiempo se dedica a prepararlo?
Trabajamos durante todo el año. La programación es tan amplia que debes ir viendo películas durante todo el año, seleccionándolas. Y no solo las películas, es que es un semana entera, son muchísimas actividades. De hecho hay cosas que no hemos puesto porque no hemos tenido tiempo, así que las programaremos para el año que viene.
El año que viene es el 25 aniversario, ¿no?
Sí, el año que viene son las bodas de plata, la queremos montar bien gorda. Queremos celebrarlo a lo grande porque lo merece, es que es el festival más antiguo de Málaga, más antiguo incluso que el Festival de Cine Español. De hecho, muchas de las cosas que hace el festival de málaga ya lo habíamos hecho antes.
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Pero bueno, ahora nos toca disfrutar de la 24º edición. ¿Cómo va a ser?
Vamos a hacer cosas muy chulas, va a ser un poco más gamberro e imaginativo. Tenemos tanto actividades lúdicas como formativas. Realizaremos actividades relacionadas con el cine en los centros universitarios, como un curso de ‘stop motion’ en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. También tendremos cursos de maquillaje, quedada zombie… Y en la calle Alcazabilla vamos a hacer actividades con Animacomic: origamis, cómics, juegos de cosplay e incluso juegos de rol.
Lleva mucho tiempo, ¿por qué cree que ha tenido tanto éxito?
Porque es una apuesta muy importante de la UMA. La gente que lo hacemos, lo hacemos con muchísima ilusión. Además, no hay nada igual en España. Sí, hay otros festivales de cine, pero con esas características, que sea universitario e internacional, no lo hay. Y, sobre todo, Fancine tiene éxito porque creemos en él. Da igual cuánto tiempo haya pasado, sigue atrayendo a mucho público. Y Lo mejor es que como han pasado 24 años, hemos tenido tiempo a tener una segunda generación. Los ‘fancineros’ que están ahí desde el principio ahora traen a sus hijos.
¿Se ha encontrado Fancine con muchos obstáculos económicos?
Hemos hecho todas las cuentas que os podáis imaginar. Cada año es más complicado sacar esto adelante, pero es que el cine es cultura, tampoco podemos renunciar a todo. Sí es cierto que las cosas han cambiado, antes era un festival con mucho más ‘glamour’. Se traían a actores famosos, se gastaba dinero en protocolo, imagen… Y todo eso se ha recortado. Invertimos en muy buenas películas, pero ya está. Y se hace muy difícil, porque estamos sustituyendo financiación por imaginación. Encima, los compañeros que se van jubilando no pueden ser sustituidos por la situación de la tasa de reposición… Total, que el mismo trabajo se hace con menos gente y menos presupuesto.
¿Cuál es el papel de la UMA y el Vicerrectorado de Extensión Universitaria en Fancine?
Todo, de principio a fin. Por ejemplo, el CTI (Centro de Tecnología e Imagen) nos echa un cable con la iluminación. La Facultad de Ciencias de la Comunicación también se vuelva con nosotros. Vamos, es la universidad la que lo organiza, de hecho el comité de dirección está formado por gente de la UMA. Y el vicerrectorado, en concreto, se encarga de coordinarlo todo.
¿Comité de dirección? ¿Fernando Ocaña ya no es el director?
No, esa es otra novedad. Fernando Ocaña nos sigue ayudando, claro, pero queríamos hacerlo más universitario todavía, así que ahora, en vez de un único director, hay un comité. Está formado por un profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, dos profesoras de Ciencias de la Comunicación, una alumna y dos técnicos de cultura. De esta forma, se reparte el trabajo, hay más puntos de vista… Lo que pasa es que implica una mayor labor de coordinaciónpero esa es mi misión como vicerrectora, coordinar el comité.