El séptimo arte en la Universidad de Málaga está bien representado. Desde las aulas de la Facultad de Comunicación de la UMA, donde gracias a los profesores Mayte Marthino y Anastasio Camiñas, un pequeño grupo de jóvenes estudiantes, liderados por Coraima Mengíbar, comenzaron el proyecto Nefissa, un cortometraje rodado íntegramente en la Alcazaba que muestra un drama romántico de época.
Tal y como expresa Coraima Mengíbar, directora del cortometraje, la idea de la obra surgió «a principios de 2014, gracias a una sesión fotográfica junto con la modelo Tanita Laycock en la Alcazaba». La localización enamoró a esta joven cineasta, que desde entonces supo que quería rodar su proyecto Fin de Carerra en el conjunto arquitectónico malagueño. El siguiente empujón vino con la lectura de la obra Las vírgenes del paraíso de Barbara Wood, que añadió el interés por la cultura árabe, iniciando a Coraima en las costumbres, vestimentas, comportamientos sociales y, el tema que conectaría toda su obra: «el papel de la mujer dentro de esta sociedad«. El punto final, que pondría la cámara ante sus ojos, fue el contacto directo con Souhaila Asrih, una mujer marroquí que le mostraría la realidad femenina de la cultura árabe, «una visión de primera mano de lo que significa ser una mujer musulmana en la sociedad actual».
El papel que ha jugado la Universidad de Málaga en este proyecto es indispensable para la realización del mismo. Así lo subraya su directora quien recalca que «al ser estudiantes tuvimos accesos a todos los espacios y estudios de grabación, así como ala poyo de los profesores y su asesoramiento». Con un equipo final formado por más de 50 personas procedentes de diversos puntos de España, así como Egipto, América Latina, Rusia o el propio Marruecos, se vislumbra el potencial de los alumnos de la UMA, cuya formación les permite alcanzar los estándares de calidad propios de profesionales.
Esta profesionalidad se observa ante los momentos más duros. Así Coraima Mengíbar recuerda como:
«la mayor dificultad a la que tuvimos que hacer frente fue conseguir el permiso para grabar dentro de la Alcazaba, el monumento histórico con mayor número de visitantes en la provincia».
La solución propuesta es una muestra de la capacitación del equipo, quien se puso en contacto con la autoridad Portuaria de Málaga para que les facilitaran informes de los cruceros que paraban en Málaga, y realizó un plan de rodaje que daba como fruto los días con menor afluencia de público y que permitían el rodaje en la Alcazaba. El empeño de rodar en el monumento malagueño viene del protagonismo del mismo, pues tal y como señala la directora «Nefissa tiene dos protagonistas, una es la princesa y otro es su palacio«.
Jóvenes y profesionales, el proyecto comenzó con el lema “el no ya lo tengo», donde el equipo aprendió a desarrollar no solo las técnicas de grabación y edición adquiridas durante la carrera, sino también a «creer en él todo lo posible, mostrando la pasión que tienes por lo que haces y haciendo que ese sentimiento se contagie a todo el equipo y a todas las personas que te rodean». Un viaje al pasado que muestra la realidad de una mujeres que, todavía hoy, tienen tras los velos mucho que ocultar y mucho que enseñar, una cultura abierta y cerrada que se muestra desde los muros de la Alcazaba de Málaga.