Sin preámbulos. ¿Por qué las Universidades deben ocuparse de fomentar el voluntariado entre sus estudiantes? Hablemos primero de las razones de carácter no académico. Aunque hay estudios al respecto, sólo me basaré en mi experiencia personal: el voluntariado refuerza la autoestima; desarrolla vínculos y redes de contactos; ayuda a valorar lo propio y lo diferente; enseña a encarar la vida desde múltiples realidades; rompe rutinas diarias; favorece una sociabilización enriquecedora; genera cualidades como independencia, responsabilidad, organización, liderazgo; permite acercarse al otro como individuo, sin pretensiones mercantilistas o partidarias; permite canalizar las aspiraciones de mejorar el mundo y entrena en la gestión del temor a los nuevos desafíos.
Todos y cada uno de esos objetivos -admitiendo que he omitido muchos otros- son deseables por sí mismos desde la perspectiva de cualquier universidad que se toma en serio la tarea que la sociedad le ha delegado: realizar el servicio público de la educación superior. Para poder formar a los profesionales que la sociedad demanda es necesario hacerlo desde una perspectiva integral centrada en los aspectos científicos, técnicos, culturales y… humanos. Esa es una de las razones por las que las universidades deben sensibilizar a sus estudiantes sobre el valor del voluntariado. Pero hay otra razón más importante: el voluntariado forma a los estudiantes en aspectos difícilmente abordables desde las aulas. Si observamos las memorias de nuestros títulos de grado, comprobaremos que incluyen competencias básicas, generales y transversales a alcanzar que coinciden, en gran medida, con las competencias que se adquieren en el voluntariado. Me atrevería a decir que en el voluntariado se adquieren de forma más profunda y completa. Nuestro siguiente paso será, no tanto reconocer créditos de optatividad por las horas de prestación voluntaria, sino dar un paso más: reconocer como superadas aquellas competencias adquiridas a través de la prestación de voluntariado, e incorporar ese reconocimiento al currículo de los estudiantes.
por Bernardo Claros Molina
Director del Secretariado de Representación Estudiantil, Asociaciones y Voluntariado, Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Almería.