Los actos protocolarios y de características decimonónicas son el sello de las universidades, instituciones con gran respeto a la tradición que poco a poco parecen ser van a cercando a la ciudadanía. Los actos de apertura, investiduras de los Doctores Honoris Causa o las propias lecturas de los informes del Rectorado suelen estar rodeados de una solemnidad que puede dejar fuera a la sociedad para la que se debe.
En total, este lunes han sido investidos como doctores de la UCA 70 investigadores en formación junto al reconocimiento de unos 30 Premios Extraordinario de Doctorado en 2019. El acto estuvo presidido por el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, siendo este el último curso en el que está al frente de la institución, la cual prepara elecciones para la próxima primavera.
Dentro de la festividad de Santo Tomás de Aquino, patrón de los universitarios, el acto contó con la presencia del Claustro académico y diversas autoridades, así como un nutrido público formado en su mayoría por los familiares de los nuevos doctores y premiados. Por parte de estos últimos, subieron al escenario Sonia Torres Sánchez y Juan José Pantoja González, quienes aprovecharon la ocasión para agradecer a sus familias y profesores el apoyo dado en el camino.
El Teatro Falla se llena de birretes
El Gran Teatro Falla, que en los próximos días se llenará de música de carnaval, sirvió así como escenario para una nueva obra, cargada de rituales y donde se traspasa el honor y distinción que conforman el espíritu académico.
Estar cerca del pueblo no significó así abandonar la solemnidad del ritual, que volvió de la mano del rector. Así, en su discurso, González Mazo expuso la necesidad de ser útiles a la sociedad, dando más visibilidad a la institución y a las nuevas generaciones que forman el personas investigador, subrayando como la universidad:
“tiene el deber y la obligación de rendir cuentas de las funciones que desempeña ante la ciudadanía. Somos servidores públicos encargados de formar a profesionales libres, críticos y responsables, y de generar y transferir conocimientos desde la investigación, la innovación y la transferencia”
De esta forma, Mazo dio las gracias al alcalde de la ciudad y a los responsables y personal del Gran Teatro Falla, por permitir que “el gran espacio escénico de la ciudad se convierta en paraninfo universitario, que acoge cada año la graduación de nuestro alumnado de Medicina, y que hoy deja a un lado durante unas horas el soniquete del tres por cuatro del concurso oficial de agrupaciones, que pone música y letra a uno de los principales patrimonios culturales de nuestra ciudad, por la acompasada sonoridad del Gaudeamus Igitur y el repertorio de emociones de nuestros nuevos doctores y premios extraordinarios tras años de trabajo riguroso y callado”.
La cercanía a la ciudad ha sido de este modo el sello que la universidad ha impuesto al acto de nombramiento de nuevos doctores, sumando además la inauguración de una muestra fotográfica en la plaza Fragela, con 32 expositores donde se pueden conocer los nombres y tesis de los nuevos doctores gaditanos.