Hacer un MBA (Máster en Administración y Dirección de Empresas) es una opción cada vez más demandada. Ya sea para completar el curriculum como para refrescar y adquirir los conocimientos necesarios que en el día a día se demandan en todas las empresas.
En Málaga, esta opción está presente dentro de ESESA IMF Escuela Superior de Estudios de Empresa gracias a su MBA. Pero esta titulación no solo destaca por su programa formativo, sino que dentro del propio alumnado suma una formación más cercana gracias a la unión de los perfiles executive y junior.
Mientras un perfil junior busca experiencia y adquirir conocimientos, un perfil executive escoge seguir formándose como la opción más adecuada para fortalecer los conocimientos que ya tiene y mejorar sus habilidades. La mezcla de ambos crea un alumnado que se retroalimenta, conectando la juventud con la experiencia y generando nuevos nexos basados en los conocimientos del día a día en el trabajo.
En la promoción XXIX del MBA de ESESA IMF se apostó por esta mezcla de perfiles, dando unos resultados aplaudidos tanto por los alumnos con mayor recorrido como por los que inician su camino en el mundo laboral. A día de hoy, para la XXX edición se vuelve a apostar por esta unión, dados los buenos resultados, pero ¿qué significa unir perfiles junior con executive en un MBA?Para comprenderlo, lo mejor es conocer la experiencia de los propios estudiantes.
Profundizar en el conocimiento sin perder la frescura
Silvia Pérez es directiva de una importante empresa del sector servicios en Málaga. Llegó al cargo sin las habilidades suficientemente desarrolladas, trabajando día a día para hacer de su empresa un referente en la provincia. Tras varios años al frente, como directora y encargada de la gestión decidió hacer un MBA junto con ESESA IMF para “solventar muchas dudas y vacíos que tenía y profundizar en todas las áreas que afectan a una empresa”.
La experiencia ya era una realidad para Silvia, quien tras cada módulo “ponía patas arriba la empresa aplicando los nuevos conocimientos a mi tarea diaria, es una oportunidad única para los que trabajamos ya como directivos porque entramos en ‘manías’ que podemos actualizar con los nuevos recursos que nos dan”.
Junto a ella, en clase, se sienta Anissa Naima, graduada en Administración y Dirección de Empresas que optó por el MBA como la mejor opción para completar su curriculum. Con un perfil junior Naima señala que “elegí el MBA porque lo engloba todo, yo no tenía muy claro en qué área concreta me quería especializar, pero sabía que un MBA me daría las claves de cada uno y a la vez las herramientas para profundizar en cada campo”. En el caso de esta joven recién graduada la elección del MBA fue anterior al conocimiento de que en las clases compartiría sitio con perfiles executive “al principio me dio respeto, porque son personas con experiencia, pero luego me di cuenta que podía aprender mucho de ellos y en cada clase vimos cómo compartimos muchas cosas y más que compañeros empezamos a ser amigos”.
Dos perfiles distintos, una formación para todos
Que en una misma clase haya dos perfiles tan diferentes, tanto en experiencia como en edad o situación vital, añade un plus a la formación. “Te ofrece una frescura donde te planteas ideas muy buenas con mucha vitalidad” expresa Javier Gallego, estudiante de perfil executive con más de 20 años de experiencia en una importante multinacional dedicada a la formación en idiomas. “En mi caso además hago un poco de mentorización, porque los perfiles junior te despiertan dudas que hace tiempo no tenías, lo que también favorece a dar una nueva visión a los problemas” añade Gallego, quien suma que “me gusta estar con ellos porque te dan juventud y a nivel profesional te pone en contacto con las nuevas generaciones, conociendo sus miedos y necesidades”
El networking que se produce en cada clase es algo que también destacan los estudiantes “sabes que tu compañero es alguien importante en una empresa y que te puede presentar contactos o incluso solicitarte para un puesto” expone Anissa Naima. Experiencia real se suma al enfoque teórico, creando una base perfecta para mejorar en los negocios.
Las sinergias con este máster MBA continúan tras la finalización de los estudios. Así es el caso de Clara García, quien con perfil junior se decantó por estudiar junto a ESESA IMF por recomendación de su anterior jefa “sabía a ciencia cierta que en la escuela no solo se preocupaban por el alumno a nivel profesional sino también personal”. De la elección del MBA, Clara destaca como “para mi era importante que los profesores fueran cargos directivos de diferentes empresas que te dan su visión del día a día”. Tras finalizar sus estudios, esta estudiante de perfil junior subraya cómo lo importante de este máster MBA “te da la oportunidad de relacionarte con gente que no pensabas que te podías relacionar, tu entorno se limita a las personas que conoces tras acabar la carrera o las prácticas, solo conoces a gente de tu misma generación, y este contacto con otros perfiles te enriquece”.
Como conclusión de esta experiencia integradora en un espacio formativo, todos los estudiantes coinciden en los mismo: “se ha encontrado ese nexo de unión entre perfiles de diferentes categorías, que es muy difícil que surja en otro sitio”. Una experiencia que demuestra a la vez como la formación es un camino en constante renovación y, en palabras de Clara García, “ves que cada vez hay más personas formándose con más edad, la formación es algo continuo y necesario en toda la trayectoria». Una visión que sus compañeros executive constatan “un MBA te abre la mente y te da el impulso para completar tu trayectoria, aunque ya tengas experiencia siempre hay cosas nuevas que aprender”, subraya Javier Gallego.
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