Alejandro Tiana, rector durante los últimos cuatro años de la UNED, se presenta a la reelección con ganas de terminar “la transformación” llevada a cabo durante estos años y la ilusión de que su discurso haya convencido a los votantes. Se siente orgulloso, sobre todo, de la gestión económica realizada. “Conviene recordar cómo era la situación cuando llegué al Rectorado. La UNED llevaba cuatro años gastando más de lo que ingresaba. Los duros recortes nos obligaron a realizar muchos esfuerzos. No hemos despedido a nadie y en 2015 y 2016 hemos logrado revertir la situación”, destaca en la entrevista con Aula Magna.
¿Cuál son las propuestas que presenta para el futuro de la institución durante los próximos cuatro años?
“Para trazar un plan estratégico conviene diagnosticar los desafíos. Los retos a los que nos enfrentamos se pueden resumir en la preeminencia de un “estilo de vida” digital, el aumento de la competencia dentro de las universidades a distancia y online y la crisis de lo público. Por ello nuestros objetivos estratégicos son cuatro:
Mejorar nuestra oferta académica. En calidad y cantidad. Tenemos que mejorar el método docente, fortalecer las titulaciones ofertadas y fomentar la investigación. Y esto tiene mucho que ver con disponer de las plantillas necesarias y suficientemente motivadas.
Mejorar el acceso y la cercanía, mejorando la tecnología, pero también reforzando nuestra red de centros asociados y la figura del profesor tutor, que nos hace más competitivos.
En tercer lugar, reforzar nuestra Marca y su prestigio. Tiene que ver sobre todo con impulsar la excelencia de nuestra investigación, nuestra “materia prima”, con potenciar nuestro departamento de Marketing y Comunicación o con la mejora de la posición en los rankings.
Y en cuarto lugar lograr una financiación sostenible, incondicionada y plurianual por parte del Estado, sin olvidar que debemos procurar más ingresos propios.
¿Qué es lo más importante que se debe cambiar a su juicio?
“No se trata tanto de “cambiar” como de adecuar la universidad a los tiempos nuevos que ya están aquí y nos obligan. Eliminando lo obsoleto, cambiando lo necesario, creando lo que debamos. Lo hemos hecho así cuando lo hemos necesitado desde nuestra fundación. Por eso somos líderes. De nuevo, entre todos tendremos las ideas, la inteligencia colectiva y el impulso necesarios”
¿Por qué modelo económico apostará teniendo en cuenta que UNED es un servicio público?
“Conviene recordar cómo era la situación cuando llegué al Rectorado. La UNED llevaba cuatro años gastando más de lo que ingresaba. Los duros recortes nos obligaron a realizar muchos esfuerzos. No hemos despedido a nadie y en 2015 y 2016 hemos logrado revertir la situación. La UNED, la única universidad pública presente en todo el territorio nacional, no puede depender de un presupuesto fijado por el Gobierno cada año. Así no se puede planificar. Por eso me propongo conseguir, con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, un contrato-programa que asegure una financiación plurianual, la mayor parte incondicionada, y permita además una cierta bonificación por objetivos cumplidos. Es un modelo que ya tienen algunas universidades tras firmar el acuerdo con sus respectivas comunidades autónomas”
De cara a los estudiantes, ¿cuáles son sus principales objetivos para con ellos?
“Los estudiantes son el centro de nuestra estrategia, la razón de ser de toda universidad. El objetivo es que ellos nos sigan eligiendo como primera opción. Contener el aumento del coste de la matrícula, definir una carta de servicios básicos y prevenir el abandono son nuestros principales objetivos con respecto a los estudiantes. Mi objetivo es cumplir con la función pública de esta universidad que es acercar y facilitar el acceso a la enseñanza superior. Haciendo que nadie tenga que renunciar a su derecho de mejorar su vida con el conocimiento. Rompiendo barreras, sean territoriales, físicas, familiares, económicas,… En este sentido me preocupa especialmente el abandono, problema común a muchas universidades a distancia en el mundo. Para prevenirlo se diseñará un plan enfocado sobre todo a los estudiantes de los primeros cursos”
¿Qué balance hace de su gestión estos últimos años?
“De lo que más orgulloso me siento es de haber saneado la situación económica de la UNED habiendo cumplido con mi compromiso de no despedir a nadie y habiendo cumplido con más del 80% de mi programa de 2013. Gracias a la colaboración de toda la comunidad universitaria, la UNED se ha alejado de sus mayores peligros a pesar de las dificultades. La gestión nos obligó a tomar decisiones difíciles, pero los avances logrados nos permiten afrontar el proceso de impulsar la transformación de la UNED con una apuesta por los recursos tecnológicos, la adecuación de plantillas y la recuperación de los fondos para la investigación. Ahora los cimientos de esta universidad son más sólidos. Vamos ganando el envite”
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