Como cada año para San Lucas, patrón de los médicos, miles de estudiantes de Medicina se echan a la calle para llevar a cabo las tan denostadas novatadas. Ayer, no fue menos, y la plaza de San Lázaro se vio invadida por batas, difraces, uniformes de quirófano, o lo que es lo mismo, una masa de jóvenes que dieron color a una Facultad de Medicina que se ha quedado vacía por el traslado del Grado al Parque Tencológico de la Salud (PTS). Tras años de marcada tradición en la que los estudiantes de primer curso eran sacados de clase, la Facultad de Medicina dejó claro que eso no pasaría más, por lo que todos los novatos acudieron al acto, como el resto de compañeros de facultad, por convocatoria, algo sencillo hoy en día con las nuevas tecnologías. La Universidad de Granada ha rechazado claramente estas prácticas, la Policía advirtió del peligro de sobrepasar ciertos límites y el Ayuntamiento de la capital alertó sobre las posibles consecuencias de algunas actitudes, para evitar imágenes como la de otros años.
No hacía falta acercarse mucho a la barandilla de la escalinata que baja a San Lázaro, para percibir en la distancia el olor y el ruido que llegaba desde la zona aladeña a Medicina. Curry, huevos, comida de perro, harina, ketchup, etc… fueron los ingredientes que este año eligieron para embadurnar a los novatos, que un año más, ‘cedieron’ ante tal manjar. Eso sí, al llegar al meollo en cuestión, se adivinaba una estructura por cursos bastante clara; dependiendo del traje o la bata o el disfraz, significaba que eran de un curso o de otro, así cada año, ellos mismos se organizan y localizan con facilidad. En este año, para empezar, el ‘Lucas’ era una estudiante escudada bajo la figura de Buzz Lightyear, de la película de animación Toy Story, quien llegó en una carroza. Y justo de los personajes de esta película iban personificados decenas de ayudantes de sheriff como Woody, e incluso de pequeños soldados vestidos todo de verde (hasta las caras), como si de un playmobil humano se tratase. Todos ellos se mezclaban entre la multitud con batas blancas y verdes de sus compañeros y entre los valientes viandantes, que atónitos intentaban no mancharse al pasar a su lado. Dicen que desde la barrera se ven mucho mejor los toros, y eso devieron pensar los cientos de alumnos de los últimos cursos, que con batas verdes, se subieron a la calle para tener una visión global y ‘limpia’ del espectáculo, en el que los de primer curso estan en una especie de corralito para que no pudieran escapar de una buena ducha de huevos rotos.
Este año, al contrario que en otras ocasiones, los estudiantes de Medicina tuvieron en cuenta el hecho de que no está bien vista esta actividad, así que intnetaron al menos no ensuciar más de la cuenta; aunque definitivamente fue imposible. Había un pequeño grupo de limpieza, que iba poniendo plásticos en el suelo y cartones, pero claramente, con tanto estudiante es bastante complicado. De todas maneras, al menos no había muchos de ellos que bebieran como si de un botellón se tratase, estaban demasiado pendientes de hacer bien el trabajo encomendado y haciéndose ‘selfies’ para la posteridad. “No vamos a beber ahora, quizá cuando volvamos de Derecho nos tomemos, pero ya en grupo alguna cerveza; aunque el plan es irnos a casa, ducharnos y vestirnos para salir más tarde”, comentaba uno de los pseudo Woodys.
Como a eso de las 13:00 horas toda la marabunta cogió sus bártulos y fueron andando hacia la Facultad de Derecho, en otra de las tradiciones más arraigadas de los estudiantes de Medicina. En su camino, fueron dejando impregnado el olor a algo parecido a la comida por la bajada de la Avenida de Madrid, el paseo por el boulevard de la Avenida de la Constitución, calle San Juan de Dios, y por último al enfilar la calle San Jerónimo, para empezar a formar un corro enorme en la plaza de la Universidad. De nuevo, el equipo de limpieza compuesto por estudiantes se puso en marcha con los plásticos y los cartones para esperar al ‘Lucas’ a que diera su discurso. Mientras tanto, en el recorrido como en la misma plaza, no cesaba de escucharse algunas canciones en contra de los futuros abogados: “Qué tiemble Derecho, que llega Medicina”, o “Eo, Eo, Eo, Derecho es un paseo” y “Illo, illo, illo, Derecho es un cursillo”, entre otras muchas repetidas a voz en grito. Allí, sobre las 13:30 horas, y tras haber llegado los más rezagados, el ‘Lucas’ se subió a la estatua de Carlos V para ponerle un sombrero de vaquero como el de la película y dio su discurso, para después tirarse sobre sus compañeros. En él, repasó las disficultades y retos de los cursos que conforman Medicina, de los MIR, y como no podía ser de otra manera dejó claro que el traspaso de la Facultad a Medicina no había acabado con las novatadas. Para finalizar, el ‘Lucas’ quiso recordar a los novatos, que habían sido elegidos para estudiar la carrera más bonita de Granada, en una de las ciudades más bonitas de España”.
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