Las instalaciones de La Salina La Esperanza, un espacio de investigación en el que colaboran la Universidad de Cádiz y el Parque Natural Bahía de Cádiz, acogieron ayer una jornada para dar a conocer el trabajo científico que desarrollan sus expertos aplicado a la conservación, restauración ambiental y manejo del agua. Durante el encuentro se ha prestado especial atención a la conservación de la especie chorlitejo patinegro, un ave limícola que ha sufrido intensamente el acusado proceso de transformación de playas y humedales, lo que ha provocado su progresiva disminución, según apunta la Sociedad Española de Ornitología.
La Salina La Esperanza cuenta con un equipo de investigadores y voluntarios que está llevando a cabo una importante labor relacionada con esta especie y otras dos, como son charrancito común y la avoceta. “En la actualidad La Salina La Esperanza es la zona más importante del Parque Natural Bahía de Cádiz para las poblaciones reproductoras de chorlitejo patinegro, ya que alberga en sus 39 hectáreas al 70% de la población del parque, de hecho, en estas salinas se alcanza una de las densidades más altas de Europa”, explica la vicerrectora de Política Científica y Tecnológica de la UCA, María Jesús Mosquera.
El encuentro contó con la asistencia del secretario General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático de la Junta de Andalucía, Francisco José Gutiérrez, el delegado territorial de Desarrollo Sostenible en Cádiz, Daniel Sánchez, la delegada territorial de Agricultura Ganadería y Pesca en Cádiz, Ana María Bertón, el director del Parque Natural Bahía de Cádiz, Rafael Martín, la ya mencionada vicerrectora de Política Científica y Tecnológica de la Universidad de Cádiz, María Jesús Mosquera, el director de los Servicios Centrales de Investigación en Salinas (Salinas la Esperanza) de la UCA, Alejandro Pérez, y diversas autoridades e invitados de diferentes entidades y empresas como Ecologistas en Acción o la bodega Barbadillo.
A lo largo de esta jornada, que se celebró en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, las autoridades e invitados han recorrido las instalaciones salineras y han podido observar parte del trabajo realizado en materia de captura y anillamiento que se realiza sobre estas especies. Tras el recorrido, se ha podido degustar un nuevo vino que Bodegas Barbadillo ha incorporado a su catálogo: Patinegro, en honor a esta especie en peligro de extinción.
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