Normalmente no nos bebemos un refresco en una taza, ni un caldo en un vaso de tubo. Elegimos el plato o la bandeja en la que servir nuestra comida, a priori de forma inconsciente o simplemente por intuición. Pero, ¿sabías que hay un estudio que dice, que el recipiente influye en el sabor?
Por ejemplo, el color de la taza de un chocolate caliente o de un café nos hace percibir distintos sabores y matices. Dos investigadores de las universidades Poltécnica de Valencia y de Oxford hicieron el pasado año un estudio en el que analizaban la percepción de sabores mediante los sentidos, dependiendo del recipiente donde se sirvan los alimentos.
En concreto, ellos analizaron el sabor del chocolate caliente en cuatro tipos de vaso, de plástico pero de diferentes colores: blanco, crema, rojo y naranja, con el interior en blanco. Así, comprobaron que el mismo chocolate, servido en esos cuatro vasos tuvo reacciones diferentes: les supo mejor en los vasos naranja y color crema. Incluso llegaron a afirmar que el del vaso color crema era más dulce y aromático. Cosas del cerebro.
Estos investigadores aseguraban que debíamos prestar atención a la hora de servir un plato a nuestros comensales, o a nosotros mismos, ya que el color, la forma o el tipo de envase podría influir en la percepción humana de los sabores. Si haces un plato rico y además lo sirves en un plato bonito y acorde con lo cocinado, lo potenciarás, así que, ¿no merece la pena prestar atención a esos detalles?
Sobre este tema ya había estudios previos, en los que la pareja se basó para realizar el suyo. Entre los ejemplos que encontraron, hay algunos que nos pueden parecer muy evidentes: que las latas y vasos amarillos nos hacen percibir mejor el sabor a limón o que los vasos de refrescos de colores fríos sacian mejor la sed. El color rosa, por ejemplo, nos hace notar los líquidos más azucarados. Del mismo modo, una mousse de fresa parece más dulce en un plato blanco que en uno negro. Lo mismo pasa con el paquete del café, los paquetes marrones nos hacen asociar sabores y aromas fuertes, mientras que el rojo, el azul y el amarillo, por ese orden, atenúan esa sensación.
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