El aprendizaje socioemocional debe implentarse en las desde edades tempranas. Esta ha sido una de las conclusiones a las que se ha llegado durante el estudio experimental desarrollado por la Universidad Loyola de Andalucía, dentro del proyecto europeo Learning to Be, financiado a por la Unión Europea a través del programa Erasmus +.
Unos 120 colegios, 20 de cada país, han participado en la jornada de hoy jueves, lo que supone unas 3000 personas de seis países europeos. El tema central ha sido la importancia de las habilidades sociales y emocionales en los más pequeños, observando cómo los escolares españoles de 9 a 11 años son más propensos a desarrollar estas habilidades en las aulas que los que se encuentran en el rango de edad de 12 a 15 años. Debido a ello, desde el estudio se señala que tanto las políticas y programas escolares deben enfatizar la importancia del conocimiento socioemocional en los estudiantes desde el comienzo del currículo escolar. Además, se ha demostrado que el aprendizaje emocional y social mejora el bienestar, el comportamiento y los resultados académicos de los niños.
El proyecto europeo Learning to Be cuenta con la dirección de Francisco Cuadrado e Isabel Benítez, quienes llevan a cabo el estudio junto a un amplio equipo de investigadores y profesores de la Universidad Loyola. Con una perspectiva multidisciplinar, forman parte del proyecto docentes e investigadores de áreas como Educación, Psicología y Comunicación, los cuales colaboran con investigadores de universidades e instituciones de otros cinco países europeos: Finlandia, Italia, Lituania, Portugal y Eslovenia.
A la jornada de presentación de resultados han asistido, además de los investigadores vinculados al proyecto, los representantes de los colegios que han colaborado con los trabajos experimentales, así como personas procedentes de los muchos centros educativos con los que tiene relación la Universidad Loyola. También ha tomado parte una representación del personal docente e investigador de Loyola.
Conclusiones del estudio en alumnos españoles
Tal y como se ha señalado hoy, el estudio muestra como los estudiantes españoles obtienen puntuaciones más bajas en autogestión y conciencia social, con lo que se deriva la necesidad de implementar programas que se centren en desarrollar dichas habilidades. Tras mostrar la posibilidad de medir el aprendizaje social, los participantes del proyecto europeo Learning to Be elevará un informe a la Unión Europea proponiendo políticas educativas.
De este modo, entre los resultados obtenidos por los investigadores e investigadoras destaca cómo la autoestima disminuye considerablemente a partir de los 12 años, otra variable socioemocional que debe considerarse en la vida diaria del alumno como una parte importante de su desarrollo. Unos resultados que también muestran las diferencias de género, donde los chicos suelen tener más experiencias de “bullying” y dificultades en el centro escolar, que las chicas.
Entre los puntos a recalcar por el estudio se sitúa la necesidad de reforzar la investigación extendida en este ámbito y desarrollar y probar programas de aprendizaje social y emocional enfocados en maestros, estudiantes y administradores de los centros, quienes desempeñan un papel fundamental en la implementación efectiva y la sostenibilidad de estos programas. Así, una mayor atención por parte de las escuelas a las competencias sociales y emocionales, creando un ambiente acogedor para los padres y la comunidad en general, sería beneficioso para los menores, fomentando la creación de hábitos para trabajar el aprendizaje socioemocional desde edades tempranas.
Manual de recursos pedagógicos para docentes
Entre los resultados fundamentales del proyecto Learning to Be destaca la demostración de la eficacia del manual de herramientas, recursos pedagógicos y buenas prácticas dirigido a docentes de centros de educación primaria y secundaria.
Este manual ofrece un repertorio de técnicas que permiten a los docentes trabajar, entrenar y evaluar adecuadamente las competencias sociales y emocionales de los alumnos en clase. Una correcta identificación y evaluación de estas competencias hará que su aprendizaje sea más rápido y eficaz.De este modo, el manual busca ayudar a los docentes en la tarea de implementar las habilidades socioemocionales en el aula, asumiendo las dificultades a las que se enfrentan cada día.
Con esa mejor perspectiva del aprendizaje y la enseñanza, se espera lograr un desarrollo más saludable del estudiante. Además, se busca fomentar relaciones más positivas en las escuelas, creando con ello entornos más favorables para el aprendizaje y el desarrollo de los alumnos. En esta búsqueda no solo participan alumnos y docentes, sino que debe involucrarse toda la comunidad educativa, especialmente los equipos directivos de los centros escolares y las autoridades educativas.
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