“Bajan las matrículas universitarias y los problemas continúan”, señalan desde la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP). El motivo sería, apuntan en un comunicado, que los acuerdos de 2020 del Ministerio de Universidades se han hecho efectivos este curso académico, dando lugar a “una política de precios de matrícula desequilibrados” en todo el territorio y, al mismo tiempo, con “unos costes elevados para el estudiantado universitario”, siendo uno de los “mayores obstáculos” de acceso a la universidad.
De este modo, “los problemas de la mayoría del estudiantado no se han visto resueltos tras las medidas adoptadas”, insisten desde CREUP. Dificultades entre las que estaría el coste de matrícula para los grados, que se mantiene alrededor de los 1000 euros, y el hecho de que “sigue habiendo diferencias significativas entre titulaciones de diferentes ramas y comunidades autónomas que perjudica gravemente al estudiantado”.
Además, subrayan que las segundas matrículas universitarias siguen costando el doble que las primeras y “son especialmente esas matrículas sucesivas el principal castigo económico que sufre el estudiantado”. Un hecho que tachan de “perjuicio” para los estudiantes ya que el sobrecoste de la matrícula por los suspensos “sólo supone un mayor impedimento para las personas con menores recursos económicos de acceder a la universidad”.
Por otro lado, en el caso de los estudios de máster, “las dificultades aumentan”. Y es que, según comentan desde la Coordinadora, al alto coste de segundas matrículas y sucesivas “se añade la falta de regulación en los precios públicos del 90% de este tipo de estudios, habiéndose dado el descenso solamente los habilitantes”. Por ello alertan de que esta medida resulta “ineficaz” para la gran mayoría de estudiantes, afectando así al número de matrículas universitarias.
La gran problemática de las matrículas universitarias
Para el Presidente de CREUP, Nicolás Hernández, la medida puesta en marcha este curso es “insuficiente” e insiste en que “el estudiantado sigue pagando graves penalizaciones por suspender, con segundas y sucesivas matrículas que llegan a cuadruplicar el coste”. Por este motivo, recalca que un suspenso “es mucho más que una nota para un estudiante que no tiene recursos” ya que le supone quedarse en la Universidad o no.
“La Universidad deja de ser pública cuando abandona a quienes más debe ayudar”, sentencia Hernández, recalcando además que “es imprescindible recordar que el acceso a la universidad es un derecho subjetivo para todas las personas y, como tal, debe asegurarse con medidas concretas que supongan un cambio real en las condiciones del estudiantado”.
En este sentido, comenta también que la introducción en la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario de una “vaga mención” a la reducción de precios públicos con “apenas posibilidades de aplicación” ante un problema estructural “no son la solución que el estudiantado lleva años esperando”.
Por tanto, desde CREUP reclaman unas “medidas eficaces” que “necesariamente deben pasar por la escucha activa y consciente de la voz de los y las estudiantes”. Siempre, puntualizan, teniendo en cuenta su situación socioeconómica y “garantizando el acceso a la universidad a todas las personas”. Así pues, demandan un acuerdo de todas las Comunidades Autónomas y el Estado para “aplicar una efectiva bajada del precio de las matrículas universitarias hasta la gratuidad”.
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