La Universidad Rey Juan Carlos implementará el próximo curso un nuevo protocolo contra el acoso para reforzar y ampliar la protección en esta materia de los miembros de la Universidad. Antes de que finalice el presente curso se presentará un borrador de este nuevo protocolo de actuación y será sometido a consulta ante la comunidad universitaria para que realice aportaciones.
El protocolo vigente se aprobó en el año 2012 y está enfocado en relación con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y al Estatuto Básico de los Trabajadores, pero también recoge todos los tipos de acoso desde el ámbito laboral hasta el sexual y el resto de los abusos tipificados por la Ley.
Por ello y con el objetivo de modernizar el protocolo y ajustarlos a la actualidad, el pasado mes de enero se anunció, en Consejo de Gobierno, que se comenzaría un proceso de renovación de este protocolo contra el acoso a través de la puesta en marcha de un grupo de trabajo multidisciplinar. Compuesto por diferentes sectores de la institución como el departamento de Riesgos Laborales, la Unidad de Igualdad, de Buen Gobierno y representación del Consejo de Estudiantes, entre otros.
Esta tarea es competencia del vicerrectorado de Calidad, Ética y Buen Gobierno, pero debido a la situación de excepcionalidad que atraviesa el país a causa de la pandemia del COVID-19 los plazos establecidos para la renovación de este protocolo se han visto afectados ya que la URJC está centrado todos sus esfuerzos en completar este curso académico con el menor impacto posible en la formación de sus estudiantes.
El vicerrector de Calidad, Ética y Buen Gobierno de la URJC, Manuel Gértrudix, explica que “la idea es realizar estas semanas el proceso de escritura del nuevo protocolo integrando a todos los departamentos y tener un borrador a final de curso en junio” con la intención de “poder presentarlo a la comunidad y hacer el proceso participativo en julio”. De no ser esto posible, el vicerrector comenta que la consulta se llevará a cabo previsiblemente en septiembre con el inicio del nuevo curso.
El modelo que se va a seguir en este proceso será el mismo que se utilizó para la renovación del código ético de la URJC, explica Gértrudix: “los representantes de los colectivos serán los encargados de articular la redacción del primer borrador que más tarde se someterá a un proceso participativo ante el resto de la comunidad universitaria”.
El objetivo final de la Universidad Rey Juan Carlos, señala el vicerrector, es “desarrollar un protocolo acorde con los ajustes normativos actuales”, que sea más ágil y tenga mayor precisión para ahondar en la seguridad jurídica y que sea de utilidad para los posibles afectados “para que sepan qué pueden hacer y qué pasos hay que dar en estas situaciones indeseables”.
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