La Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la Universidad de Málaga (UMA) organiza el II Congreso de Trabajo Social en el que los profesionales de este ámbito debatirán sobre los efectos de la crisis con el propósito de ofrecer alternativas y respuestas que puedan ser de utilidad para el conjunto de la sociedad. El encuentro, que no se celebraba desde el año 2009, cuenta ya con más de 200 personas inscritas, superando la cifra del primer congreso.
De este modo, bajo el lema ‘El trabajo social tiene respuestas’, contará con una ponencia marco, dos mesas redondas, dos ponencias plenarias, un programa de radio y más de 35 comunicaciones presentadas por participantes. Se inaugurará el jueves 26 de noviembre, en el auditorio de la Diputación Provincial y se clausurará dos días después, el día 28.
La decana de la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo, Rosa María del Águila, presidió este martes la presentación pública del II Congreso de Trabajo Social, que organiza el Colegio Profesional en colaboración con la Facultad, el Ayuntamiento de la capital, la Diputación y la Junta de Andalucía. En el acto de presentación, la decana estuvo acompaña por el presidente del Colegio Profesional, Rafael Arredondo y las directoras de Derechos Sociales de la Diputación y el Consistorio malagueño, Ana María Jiménez y Ruth Sarabia, respectivamente.
“Hacía seis años que no organizábamos un foro de debate y encuentro y creo que ya iba siendo el momento de afrontarlo”, explicó el presidente del Colegio. “La crisis ha dado mucho protagonismo a nuestra profesión y creo que, en estos momentos, estamos en condiciones de aportar alternativas y propuestas que pueden ser muy útiles para el conjunto de la sociedad”, continuó.
Asimismo, Arredondo subrayó que “el propio lema del congreso es un indicativo de la confianza que tenemos en nuestra experiencia para aportar ideas y soluciones a temas tan importantes como los refugiados, la vivienda, el maltrato, la homofobia, los emigrantes o la xenofobia”.
La representante de la Diputación reiteró el compromiso de su institución con el trabajo de los profesionales del trabajo social y “con todas las iniciativas que ayudan a la formación y al intercambio de experiencias entre los profesionales”.
Por su parte, Sarabia recalcó la importancia que tiene el trabajo social profesional para dar respuesta a las situaciones de injusticia que se han generado tras la crisis y, al mismo tiempo, la necesidad “de poner en marcha congresos como este que sirven tanto para la formación y el reciclaje de los trabajadores, mediante técnicas de apoyo mutuo, como para facilitar el conocimiento de realidades similares y también como válvula de escape de la presión que se genera en su trabajo diario”. La representante del Ayuntamiento terminó su intervención alabando la medida de destinar un 0,7% de los ingresos por matrícula a un proyecto concreto de una ONG solidaria.
La decana de la Facultad fue la encarada de cerrar el acto de presentación deseando que el Congreso cumpla todas las expectativas y que “las sesiones de trabajo demuestren que el lema elegido para esta edición ha sido acertada y que, por lo tanto, sea capaz de dar respuesta adecuada a los problemas generados por la crisis y la desigualdad”.
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