Con esta decisión, el Grupo Parlamentario Popular respalda el manifiesto del Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España y consigue el primer acuerdo en materia de educación en la Cámara Alta.
El Pleno del Senado ha aprobado una moción que anima al Gobierno a tomar medidas en contra de las novatadas que cada año se producen a comienzo de curso en el ámbito universitario. Una decisión que algunos aplauden y otros ven excesiva.
En la Delegación General de Estudiantes (DGE) de la Universidad de Granada opinan que las novatadas no suelen ser problemáticas en la ciudad y que no llegan al punto de considerarse vejaciones. “En Granada, las novatadas se viven como una fiesta con el objetivo de la diversión, de conocer gente”, asegura Gorka Martín, secretario de la DGE. “A nosotros, al menos, nunca nos ha llegado la queja de un alumno. Es una tradición que aquí puede resultar aceptable dentro de lo cívico”.
Pero las novatadas que recoge ‘No Más Novatadas’, una asociación en contra de esta costumbre, parecen ir un poco más allá. En su página web ponen algunos ejemplos: utilizar al novato como cenicero echándole las cenizas en la mano o la boca, obligarle a lavarse los dientes con la escobilla del retrete, desnudarle y depilarle las piernas e, incluso, pintarle un testículo de verde y otro de rojo para que hagan de semáforos.
Martín admite que para evitar esa persecución excesiva, la DGE intenta concienciar a los estudiantes, pero que la mayoría de las novatadas suceden normalmente en los colegios mayores, por lo que queda fuera de su alcance y del alcance de las universidades.
Secretario del Consejo de Colegios Mayores: “Aunque no estén implícitas en el Código Penal, lo que sucede en las novatadas sí puede considerarse delito”.
Precisamente por esto, el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España presentó el pasado 12 de septiembre un manifiesto de rechazo a las novatadas. Su secretario, Carlos García, considera que la decisión del Senado es la correcta: “Estamos muy contentos porque creemos que es un paso adelante en la lucha contra las novatadas”.
García opina que por más arraigada que esté una tradición, deben existir unos límites. Por ello contempla la colaboración institucional como un pilar fundamental para acabar con el extremismo de este rito de iniciación. “Aunque la decisión del Senado no va a ser la solución definitiva a largo plazo”, reconoce, ya que muchas de las novatadas se hacen en pisos privados de estudiantes.
Por todo ello, la actuación para controlar esta costumbre anual puede ser toda una odisea legal, ya que no existen límites presentados expresamente para las novatadas. Según el Consejo de Colegios Mayores, en Francia, éstas se contemplan en el Código Penal, cosa que no sucede en España. Aun así, Carlos García asegura que no es necesario recogerlas implícitamente: “Aunque no estén implícitas en el código penal, lo que sucede en las novatadas sí puede considerarse delito, como provocar lesiones a alguien o incluso intimidarle o acosarle”.
A pesar de todo, las novatadas se llevan celebrando desde hace muchísimos años, por lo que podrían perpetuarse independiente de la decisión del Senado. Es por ello que gran parte de la responsabilidad recaerá en los colegios mayores, que es donde se concentran la mayoría de las novatadas. Lo que es más que curioso, es que la decisión del Gobierno en un tema como este sea el primer acuerdo de toda la legislatura en materia de educación.
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