Javier Ramos ha puesto punto y final a su campaña electoral en Vicálvaro, la plaza más importante de cara a la votación del próximo día 15, ya que aquí conviven el mayor número de estudiantes y profesores.
Como ya ocurriera en actos anteriores, el catedrático en Telecomunicaciones ha desglosado su currículum ante una sala repleta de alumnos y sobre todo personal docente y administrativo que atentamente han escuchado los planes de Ramos para que “la URJC llegue al 10”, tal y como también sentenciara en una entrevista a Aula Magna. Queremos “pasar a una Universidad de excelencia”, ha reflexionado el candidato, y para ello, ha señalado que apostará “por una institución de conocimiento, calidad y servicio publico”, ideas centrales de su programa.
En declaraciones a Aula Magna tras el acto, Javier Ramos ha valorado estos días como “una campaña de responsabilidad, mirando al futuro y no al pasado”. Se ha mostrado “contento” por el éxito de afluencia y porque le ha permitido conocer “más a fondo la Universidad”. Además, ha mostrado su intención de iniciar una campaña de comunicación si gana las elecciones porque “la URJC no puede permitirse una mala imagen”. Aunque no ha querido hacer referencia concretas a su rival, Ramos ha calificado de “frívolo” no prepararse un programa concreto para este proyecto.
Una semana repleta de actos y explicaciones
Javier Ramos presentó su candidatura dejando claro desde el principio que ésta iba a ser una campaña “en positivo” y así lo ha mantenido a lo largo de los 5 días que ha durado la contienda. Con apenas ningún comentario sobre su adversaria política, Rosa Berganza, y su ‘copia-pega’ del programa electoral, Ramos se ha centrado en explicar los pilares de su programa a lo largo de los diferentes campus de la URJC.
Su periplo electoral comenzaba el pasado martes en Alcorcón. Allí pudimos ver a un Javier Ramos confiado en su currículum y su experiencia como gestor al frente de la Facultad de Telecomunicaciones. Ha sido uno de los puntos a destacar en todos sus actos: el éxito de esta facultad a pesar de los inconvenientes iniciales y también sus 25 años de experiencia como profesor, su conocimiento en labores de investigación y su relación con esta Universidad desde 2003. Además, a lo largo de la semana hemos presenciado cómo ensalzaba su perfil innovador, su vocación para servir y su intención de construir con la ayuda de todos, “la Universidad que nos merecemos”.
Ramos ha articulado su campaña en torno a tres pilares: generar y transmitir conocimiento a las nuevas generaciones, mejorar la calidad de la docencia midiendo cuantitativamente sus niveles y fomentando la idea de Universidad como servicio público. “Las mejores sociedades tienen las mejores universidades” le hemos podido escuchar en varias ocasiones.
Pero sin duda una de sus medidas estrella ha sido el anuncio de la reducción de la carga docente en 60 horas. Un guiño al profesorado en pro de la investigación.
Los ‘otros protagonistas’ de esta campaña
La sombra de los motivos por los cuales han tenido que adelantarse estas elecciones han sobrevolado la campaña de Javier Ramos y alguna que otra ocasión ha tenido que hacer referencia a estas cuestiones a preguntas de los asistentes.
Así, en su primer acto en Alcorcón el catedrático zanjó la polémica sobre la supuesta incompatibilidad de sueldos por su colaboración con una LTD. Además, sobre el caso de las grabaciones y las acusaciones de soborno que salieron a la luz nada más presentar su candidatura, se mostró sincero y confesó que “su única intención fue mediar por el bien de la institución” al tiempo que pedía perdón por “la falta de tacto y sus palabras groseras” durante una conversación que definió como “cortada”.
Ya en su segundo acto como candidato, esta vez en el Campus de Móstoles, Ramos tuvo que posicionarse sobre el supuesto plagio del anterior del anterior rector de la URJC. Aquí se mostró mucho más categórico, remarcando que “hay que defender la presunción de inocencia” y dicho esto avanzó: “no se van a establecer controles de plagio a cada documento que salga de esta Universidad. Cada uno es mayor de edad para saber lo que está bien y lo que está mal”.
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