Esta misma semana se han establecido los nuevos criterios de evaluación no presencial en la UAL. Directrices por las que venían preguntando los estudiantes de la Universidad de Almería después de que las universidades públicas andaluzas acordasen suspender la docencia presencial lo que resta de curso. Así pues, el rector de la UAL, Carmelo Rodríguez, ha aprobado las medidas propuestas para la adaptación de la actividad docente y la evaluación de las asignaturas al formato no presencial requeridas por la situación sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19. Medidas adoptadas que se irán incorporando a una Guía Docente.
De este modo, en lo que respecta a la evaluación, la institución almeriense dará prioridad a la evaluación continua de las asignaturas anuales y del segundo cuatrimestre y, siempre que sea posible, con el número de pruebas o actividades que cada profesor considere adecuado. Todo ello en coherencia con la adquisición de competencias y resultados de aprendizaje en cada caso, dentro de un sistema coordinado con las otras asignaturas del curso o título. Además, sin importar cuál fuese la modalidad de los exámenes de septiembre, presencial o no presencial; la evaluación en la convocatoria de septiembre tendrá que ser acorde con la adenda incorporada a la Guía Docente.
Una evaluación no presencial en la UAL ‘flexible’
La evaluación no presencial en la UAL se realizará de forma flexible, pues habrá de adecuarse a las distintas asignaturas y titulaciones. Para ello, serán los propios profesores los encargados de planificar de nuevo las tareas evaluables y replantear, en su caso, los criterios de evaluación específicos, los métodos que se implementarán y su temporalidad; especificando su valor en la evaluación total. De este modo, como alternativas a los exámenes presenciales, podrán hacerse trabajos individuales, de grupo, debates calificados en foros o exámenes no presenciales, por ejemplo.
En cuanto al último caso mencionado, los exámenes no presenciales, desde la Universidad de Almería han querido recomendar que su ponderación en la calificación final no supere el 50 por ciento, y que a su vez no se considere imprescindible superarlo para una evaluación favorable de la asignatura. Asimismo, para su realización, los profesores podrán recurrir a cualquiera de las modalidades de exámenes que permita la plataforma Blackboard, o a cualquier otro instrumento recogido o recomendado en las diferentes instrucciones, normativas, reglamentos y convocatorias de la Universidad de Almería, de manera síncrona o asíncrona.
Por su parte, a la hora de establecer el método de evaluación no presencial en la UAL, si los docentes recurren a los exámenes orales utilizando videoconferencias, o exámenes escritos que sean explicados por videoconferencia por los estudiantes en el mismo momento en que termine de hacerlos y que sean enviados al profesor; se deberá adaptar adecuadamente la duración de las pruebas y tener en cuenta los medios tecnológicos a disposición de los estudiantes.
Por otro lado, en el caso de que se planifiquen exámenes finales, éstos se realizarán en las fechas y horarios previstos en la convocatoria oficial. Asimismo, la realización de un examen final que suponga el 100% de la calificación de la asignatura solo se realizará cuando exista una causa que lo justifique, y esté avalada por el coordinador de título.
Opciones contempladas en la resolución del rector sobre la evaluación no presencial en la UAL en las que también se recoge la realización de evaluaciones adaptadas para los estudiantes con necesidades especiales o situaciones que requieran medidas alternativas como, por ejemplo, estudiantes en movilidad. En tal caso, estos planes serán fijados en colaboración con el coordinador de curso y la Unidad de Atención a la Diversidad Funcional de la UAL y, si fuese necesario, con la unidad responsable de internacionalización.
Docencia no presencial
En cuanto a la docencia no presencial, se mantiene la temporalidad del desarrollo del segundo cuatrimestre del curso 2019/20 en lo relativo a los horarios de las asignaturas, el horario de tutorías del profesorado, en forma no presencial, y la fecha de finalización de la docencia. Así, la estructura de coordinación de la docencia en los Centros, integrada por el coordinador de título y los coordinadores de curso y asignaturas, debe facilitar la armonización de las adaptaciones curriculares pertinentes para la docencia no presencial, y las adaptaciones en el calendario para la realización de las tareas previstas, si son necesarias, velando en cualquier caso por la coherencia de la carga de trabajo del estudiante. Estructura con la que se deberán resolver las incidencias que se vayan produciendo, incluyendo quejas o sugerencias de los estudiantes, con los necesarios informes de decanos y directores de centros y departamentos en el ámbito de sus competencias.
Asimismo, los coordinadores de las asignaturas serán los encargados de las adaptaciones curriculares y los cambios específicos en la planificación docente que sean necesarios para facilitar la adquisición de competencias por parte de los estudiantes. Las prácticas de las asignaturas se deberán adaptar a la modalidad no presencial y, si esto no pudiera ser o existiesen casos excepcionales, se podrán realizar prácticas presenciales en la parte final del curso académico, si hubiera posibilidad, previo informe de los vicerrectorados competentes y Gerencia.