La obra ‘La prensa deportiva española: sexismo lingüístico y discursivo‘, de la profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga, Susana Guerrero Salazar, ha resultado ganadora por unanimidad de la XX edición del Premio Leonor de Guzmán que convoca la Cátedra de Estudios de las Mujeres Leonor de Guzmán, en colaboración con la Delegación de Igualdad de la Diputación de Córdoba, con el objetivo de favorecer y divulgar la investigación con perspectiva de género, igualdad y feminismo.
Susana Guerrero Salazar (Malaga, 29 de noviembre de 1969) es doctora en filología hispánica y profesora de la UMA. También es miembro de la Asociación de Estudios Históricos de la que ha sido presidenta y vicepresidenta, cargos que ha delegado tras aceptar la dirección del Máster de Igualdad y Género de la UMA, siendo además miembro de la comisión permanente de igualdad en dicha institución con una amplia trayectoria en estudios de género en el discurso, sobre todo en el lenguaje periodístico y político.
El estudio “conjuga la rigurosidad científica con la capacidad de concienciar a los lectores sobre un tema tan cotidiano como es el lenguaje del periodismo deportivo, donde la desigualdad entre géneros aún está muy presente”, han informado los miembros del jurado, presidido por la diputada de Igualdad y Cooperación al Desarrollo de la Diputación Provincial de Córdoba, Ana María Guijarro; y compuesto por la directora de la Cátedra Leonor de Guzmán, María Rosal Nadales; la secretaria de la Cátedra, Alicia Vara López y las doctoras María Luisa Calero y Rafaela Valenzuela Jiménez.
“El corpus de estudio lo corté a primeros de septiembre porque quería abarcar los Juegos Olímpicos de Río ya que hay más información sobre mujeres en este periodo”, ha explicado la docente que ha resaltado, entre las conclusiones, “la escasa visibilidad del deporte femenino que protagoniza en torno al 7% de la información deportiva. A pesar de los logros de las deportistas en los últimos años aparecen poco y mal representadas, algo que está relacionado con el androcentrismo y la concepción masculina de los medios de comunicación, que nos presenta fundamentalmente la perspectiva masculina”. :
Además, “si no se especifica que la información se refiere al deporte femenino entendemos que se trata del masculino, por ello el rasgo de los titulares que versan sobre competición de mujeres es la frecuente aparición del adjetivo femenino o femenina”, ha descrito la profesora de la UMA, quien ha destacado que “más del 90% de los titulares deportivos se redactan en género gramatical masculino directamente; y el masculino genérico contribuye a invisibilizar a la deportista“, ha explicado Susana Guerrero que ha incidido en que “las guías específicas que se han hecho de comunicación deportiva parece que no han tenido ningún eco porque no se ve que la prensa, en general, tome en cuenta los otros recursos”.
La profesora de la Facultad de Filosofía y Letras fue la encargada de elaborar la guía de uso no sexistas del lenguaje de la imagen tanto de la UMA como de la UJA, aportando documentos de recomendación y uso a diferentes instituciones, ayuntamientos y diputaciones basándose en las normas de la academia y un lenguaje incluso. Ha colaborado en el manual de lenguaje administrativo del Ayuntamiento de Málaga y en la corrección de impresos para que no fueran todos redactados en masculino. También imparte cursos de formación sobre ello.
Desconocimiento del lenguaje
Según Susana Guerrero, “el desdoblamente en el lenguaje demuestra una ignorancia absoluta sobre el uso del lenguaje inclusivo. La mayoría de las personas pertenecientes a la clase política que aparece en los medios de comunicación no se ha leído ningún manual, ni ha dado un curso, sino simplemente entiende que las mujeres están ahí y para ser políticamente correcto hay que desdoblar: buenos días a todos y a todas, queridos y queridas, ciudadanos y ciudadanas…”.
De este forma, “en los manuales señalamos que esta es solo una opción y es la menos recomendable porque el discurso se hace pesado. Se debería usar un lenguaje lo más neutro posible y que, como mucho, en un discurso público se haga un desdoblamiento al principio y, a partir de ahí, se debería huir de él y utilizarlo en los momentos en que se tenga que visibilizar a la mujer porque no haya otra forma de hacerlo”, ha comentado la docente malagueña, quien ha subrayado que “si tengo otras posibilidades más económicas en la lengua española no hace falta desdoblar”.
“El canon de belleza no solo no evoluciona, sino que vamos hacia atrás. La publicidad de hace 30 años nos generaba menos estrés y esclavitud a las mujeres”
En cuanto al lenguaje publicitario, la especialista ha señalado que “en el canon de belleza no solo no evolucionamos, sino que vamos hacia atrás. La publicidad de hace 30 años nos generaba menos estrés y esclavitud a las mujeres. El canon de belleza es horroroso y nos dice que las mujeres solo tenemos éxito en función de la juventud, belleza y tipo. Es todo muy artificial y esa presión es cada vez mayor y está llegando a los chicos con una imagen del hombre también erotizada y siendo objeto”.
A raíz de su trabajo ‘La imagen de la mujer a través del diccionario: duales aparentes y definiciones disimétricas‘, la experta ha puntualizado que “hay cosas curiosísimas en el diccionario del insulto como la palabra ‘solterona’ que se añade como un insulto (una mujer que no se ha casado porque no ha podido) y, en cambio, no está la palabra ‘solterón’ porque socialmente es positiva (el que vive como un rey). “Es muy curioso ver lo que aperece y los correspondientes masculinos que no aparecen como ‘zorra’ y ‘zorro’, que nunca es negativo, o ‘golfa’ y ‘golfo”, ha dicho.
Asimismo, “en el propio diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) existen determinadas palabras que siendo insulto no están marcadas despectivamente como la denominación ‘zorra’, que no se ha marcado hasta la última edición de 2014. O como en la definición de ‘cornudo’ incide especialmente en los maridos“, ha definido la lingüista que, en su opinión, “si se analizan los diccionarios se comprueba que existe perspectiva de género porque están unas palabras y otras no o por las definiciones”.
En sus estudios de análisis del discurso, la profesora de la UMA ha ido descubriendo el uso de un lenguaje sexista ya no solo en los medios de comunicación deportivo, sino también en el lenguaje político. “Me lo voy encontrando, hay una parte que siempre tiene un sesgo sexista y te das cuenta que el mismo discurso si va hacia el hombre o la mujer cambia; y lo he constatado. Desde que a ellas se les nombra con un tratamiento más familiar y a ellos de una forma más seria, hasta que de las mujeres se habla del peinado, ropa o atractivo y de los hombres no se dice nada de eso”, ha concretado.